El año de Albert Casanovas

La Federació Catalana no ha pasado por alto los méritos del defensa reusense Albert Casanovas (Reus, 1985). El ente federativo le ha premiado como mejor deportista del último año, con una trayectoria casi impecable. Casanovas se apuntó en mayo la Liga Europea con el Reus, la octava en la historia del club, con un papel fundamental en el equipo y se estrenó con la selección española con un éxito indiscutible. España ganó el Mundial de China en verano gracias a un gol suyo, el decisivo en la tanda de penaltis ante Portugal. No sólo eso, Casanovas se convirtió en fijo en los quintetos iniciales del seleccionador, Alejadro Domínguez.

El reusense recogió el premio en la Gala que anualmente celebra la Federació y que esta vez ha contado con un mayor número de premios y repercusión. El certamen tuvo lugar en un recinto cercano a Sant Sadurní y otorgó meritocracia a Albert Casanovas, que atraviesa por el mejor momento de su carrera deportiva. Totalmente consolidado en el Reus, club con el que acaba de renovar por dos temporadas, el jugador sigue en los planes de Alejandro Domínguez para futuras citaciones en la selección. De rojinegro ha levantado una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España, una Copa Continental, una Intercontinental y una Copa de Europa. Ha disputado numerosas finales y se ha situado en el foco del hockey europeo. Varios clubs portugueses han luchado en el mercado para intentar ficharle de cara a la próxima temporada. Sin éxito finalmente, aunque se le relacionó muy seriamente con el Oliveirense, el nuevo rico del hockey continental.

Un jugador equilibrado

Albert Casanovas responde a ese perfil de jugador que los jóvenes empiezan a valorar cuando se encuentran en edad juvenil y entienden que el hockey es un deporte colectivo y que tipos como el rojinegro ofrecen un equilibrio indispensable para cualquier aspirante a los títulos, en este caso el Reus de Jordi Garcia. Excelente defensor y un privilegiado en el disparo exterior, Casanovas añade otro registro crucial en el juego actual. Es un especialista en convertir los penaltis.

Probablemente, a Albert le ha llegado algo tarde el reconocimiento. Su explosión también se ha demorado más de lo que se le presume a un deportista, pero ha logrado alcanzar ese nivel diferencial que ahora le hace indispensable. Ya nadie sospecha de sus virtudes ni tampoco de su valía dentro y fuera de la pista. Ha conseguido que incluso, en su casa, en el Reus, hoy no se imagine el futuro sin sus prestaciones.

La conquista del Palau

Entre premios y halagos, Albert Casanovas no se quita de la cabeza el gran partido de este sábado en el Palau Blaugrana, donde Barça y Reus se jugarán la OK Liga a todo o nada. Ahora mismo, los de Jordi Garcia dependen de sí mismos para ganar el campeonato doméstico. Si vencen en todos los compromisos que les restan, levantarán el título. El reto, eso sí, no se presenta nada sencillo.

El Reus afronta El Clásico del hockey nacional inmerso en una dinámica casi idílica. Ha remontado el vuelo gracias a su fiabilidad en esta parte crucial del campeonato. No pierde desde 19 de diciembre en la liga, aquel día ante el Igualada,  y ha recortado una distancia de puntos con respecto al mismo Barça y al Liceo gallego considerable. Hasta el punto que si logra conquistar el Palau Blaugrana alcanzaría al Barcelona en la tabla. Con todos estos atractivos, Casanovas no sacia su apetito. Quiere volver a sentir lo que significa levantar un premio con el Reus.