El ascenso meteórico de Mar Molné

Hace una semana Mar Molné, la joven morellense de 17 años, volvía de disputar el Campeonato del mundo de Tiro Olímpico en Italia. Hizo 104 platos de 125, que le sirvieron para conseguir el decimotercer puesto. En categoría mixta el resultado fue más que satisfactorio: entraron en la final e hicieron 138 platos, que les colocó en la cuarta posición.

Sin prácticamente tiempo para descansar, la joven de El Morell toma parte estos días en la Copa del Mundo Junior en Suhl (Alemania). Todo un premio dentro del año intenso e ilusionante que está viviendo.

Hace solamente tres años que empezó a practicar esta modalidad pero su progresión está siendo imparable. «Creo que sí, he subido muy rápido de nivel. También he estado estancada unos cuantos meses. Estuve estancada cuando no pasaba de 15 y de 25 platos. También lo estuve en los 18 platos. Poco a poco y sobretodo con paciencia y entrenando pues se consiguen las cosas» afirma.

No tiene dudas en destacar el factor mental como la clave de este deporte: «Sinceramente la cabeza es lo más importante. Porque si no estás concentrada es bastante complicado que puedas llegar a hacer un gran resultado».Aun así, no duda en decir que el físico también importa, ya que «una escopeta pesa bastante».

El año pasado ya disputó la Copa del Mundo Junior, donde hizo 98 platos, quedando decimonovena. En mixtos alcanzó la decimoséptima posición con 119 platos. Pero para alguien que se adentró en el tiro olímpico solo dos años atrás, la posibilidad de disputar una competición mundial ya es un premio mayúsculo. El objetivo para la actual edición lo tiene muy claro: «Intentar llegar a al final haciendo un buen resultado».

Todo deportista tiene su origen y sus comienzos. El de Mar lo encontramos en la afición de su padre a la caza: «Un día con 14 años le dije si me dejaba disparar y me dejó. Al principio me hizo un poco de daño en el hombro pero es normal. Después tiré un segundo tiro, me gustó y le dije que fuéramos al campo de tiro. Me saqué el permiso de arma (necesario para tener una a tu nombre) y después ya empezamos a entrenar.»

Empezó la práctica en el campo de tiro del Tarraco en San Salvador, donde todavía sigue ejercitándose hoy en día. Aun así, una o dos veces al mes se desplaza hasta Mollet, donde se disputó la prueba en los Juegos olímpicos del 92, con su entrenador Josep Bladas.

En muy poco tiempo la joven ha ido quemando etapas y subiendo escalones. «La primera temporada, con 14 años, empecé con tiradas autónomas en Mollet y con tiradas de pueblo de alrededor, que daban jamones, botellas de vino…», declara.

«El año siguiente empecé con nacionales, a competir Madrid, Valencia, alguno en Granada…», prosigue.

Pero la guinda llegó el año pasado, donde hizo marca, el nivel (mínimo de platos) que sirve para para salir a competir internacionalmente con la selección española. «El año pasado la hice y me sacaron en 3 competiciones internacionales: Copa del Mundo Junior en Alemania, Campeonato Europeo en Austria y el Campeonato del Mundo en Corea del Sur», declara.

De 9 a 12 horas semanales

En cuanto al futuro a largo plazo no puede evitar sonreír y mostrar un punto de ilusión y ambición: «El objetivo es intentar ganar un campeonato del mundo o ir a algunos Juegos Olímpicos». Pero no hay que olvidar el presente y Mar tiene muy claro que hay que seguir trabajando: “A corto plazo hay que continuar haciendo marca, salir internacionalmente y hacer buenos resultados.»

Cada semana Mar entrena y dedica entre 9 y 12 horas al tiro: «Entreno sábados y domingos por la mañana y algún miércoles por la tarde. Hago tres o cuatro horas cada día», dice.

Puede hacerlo gracias a quienes la ayudan, el Ayuntamiento del Morell, al hotel Tuc Blanc Baqueira 1500 y cartuchos JG.