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El 9 de febrero de 2019 era una fecha señalada en el calendario de los aficionados del Nàstic y el CF Reus. Era el día en el que ambos equipos se iban a medir en un derbi a cara de perro. Un partido tremendamente esperado en el que ambos equipos se jugaban el honor, tres puntos y probablemente dejar noqueado a un rival directo en la lucha por la permanencia.
Todo lo que pudo acontecer no aconteció. Porque estamos a 10 de febrero y solo podemos lamentar que ayer en el Nou Estadi no hubo fútbol. No hubo derbi. No hubo pasión. En el terreno de juego no hubo vencedor; sí que lo hubo en los despachos. El Nàstic conquistó el derbi por uno a cero, resultado con el que va a claudicar durante toda la segunda vuelta un CF Reus que ya no forma parte de una bonita Segunda División de la que ha sido expulsado.
Podría haber sido un partido tremendamente importante para el devenir de ambos equipos. Un encuentro con muchas similitudes al que disputaron sendos conjuntos el 21 de enero de 2018. Era la jornada 25 de campeonato y los dos equipos llegaban con el descenso pisándole los talones. El CF Reus era decimotercero con 29 puntos y el Nàstic decimocuarto con 28 puntos.
En esa ocasión, los rojinegros se llevaron el derbi gracias a una obra maestra de Vítor Silva. El portugués rompió el uno a uno en el marcador que antes había colocado Juan Domínguez para el CF Reus y Álvaro Vázquez para el Nàstic.
Fue un derbi que hizo despegar al cuadro reusense de manera definitiva y que hundió al conjunto grana en los puestos bajos de la tabla. Por suerte, los dos equipos pudieron salvarse al final de la temporada.
Esta temporada, todo invitaba a pensar que ambos equipos de la provincia se iban a medir en otro combate directo por la permanencia. El Nàstic lleva toda la temporada en puestos de descenso y prácticamente ocupando el farolillo rojo de la clasificación, mientras que los rojinegros estaban con opciones de salvarse, pero con una plantilla insuficiente en cuanto a su extensión para poder seguir soportando sus opciones de permanencia durante mucho más tiempo.
Hubiese sido un derbi en el que el empate no hubiese valido, en el que si hubiese ganado el Nàstic la permanencia se hubiese estado más cara y un derbi en el que de haber ganado el CF Reus, los granas hubiesen quedado prácticamente descartados para la salvación, algo que de todas formas hoy se puede plantear seriamente.
En todo caso, lo cierto es que la mala gestión económica de Joan Oliver con el CF Reus le ha robado al territorio un partido futbolístico de alto nivel. Quién sabe, si el Nàstic-CF Reus que nunca se jugó pudo haber sido el último derbi en años en el fútbol profesional. Solo ha habido cinco en la historia, es duro preguntárselo, ¿pero habrá sexto?
