El descenso más salvaje y extremo de Núria Castán

La reusense, de 19 años, compite en el circuito internacional Freeride World Qualifier. Su sueño es alcanzar el profesionalismo

19 mayo 2017 15:23 | Actualizado a 26 febrero 2020 09:41
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Su tabla apenas mide metro y medio de longitud. Espacio suficiente para fijar sus pies. Una montaña nevada pone el resto. Ni tan siquiera necesita disponer de una pista de esquí. Esos dos únicos elementos le bastan para practicar su deporte favorito. Para descender desde lo alto de algún pico. Deslizándose entre abetos y pinos. Sorteando rocas y piedras del camino. Surfeando entre laderas; y saltando enormes desniveles cuando acaba el terreno. Trazando su propio camino, esa línea imaginaria de pura libertad. Profundamente salvaje. Así es el freeride, la especialidad que va más allá del snowboarder convencional. Y así es como disfruta Núria Castán.

La reusense afincada en Almoster toma parte en el Freeride World Qualifier, el circuito previo al profesionalismo que anualmente sólo alcanza el campeón. A sus 19 años es la más joven de las participantes -la media de sus rivales oscila entorno a los 25-, pero eso no es obstáculo para que también ella persiga ese objetivo.

Hace unas semanas ha finalizado en la séptima posición final del ránking mundial su segunda temporada en la categoría. Sobre todo gracias a su victoria en la prueba de dos estrellas celebrada en Mt. Olympus (Nueva Zelanda); su segunda plaza en Les Arcs (Francia); la tercera posición -y primer podium en una cita de 4*- en Hochfiguen (Austria) y la cuarta en Remarks (Nueva Zelanda), del mismo nivel.

Su objetivo inicial era acabar entre las cinco primeras del circuito, una plaza que hubiera alcanzado de no haber cometido dos errores que la dejaron sin podio en Jansa (Eslovaquia) y Obergurgl (Austria), ambas de 4* (las que más puntúan). En contrapartida Núria ha mejorado en su soltura en su riding; en la ejecución y recepción de los saltos de tamaño medio/grande; en la elección de líneas de descenso agresivas y verticales; y sobre todo en algunos trucos como el backflip (salto mortal hacia atrás), después de ser la primera rider del circuito en intentarlo en una competición oficial, en concreto en la Jam Extrem de Arcalís de 3*.

Núria, que empezó a esquiar a los tres años en la estación de Tavascán y a practicar snow desde los ocho-, llegó a ser subcampeona de Europa júnior y cuarta del mundo en 2015. Compite en el circuito internacional desde 2013.

Esta temporada ha entrenado cada fin de semana en Andorra, en Valldnord, en combinación con sus estudios de Diseño Gráfico que lleva a cabo en Tàrrega. Sus planes de futuro, sin embargo, pasan por conseguir una beca Erasmus que le permitan trasladarse a Augsburg (en el sur de Alemania), donde podría combinar su carrera con una mayor cercanía con las pistas, en este caso de los Alpes suizos.

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