El fin de un modelo de éxito

El CF Reus ve como su estructura deportiva, que ha sostenido al club en los momentos de crisis, está a punto de deshacerse

08 marzo 2019 16:33 | Actualizado a 10 marzo 2019 16:48
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Si a algo se agarró el Reus en los tiempos de crisis fue en su eficaz estructura deportiva, ideada por el director deportivo Sergi Parés y al son de una idea futbolística común; el juego asociativo. Ese fue el camino que tomaron los técnicos que alcanzaron el primer equipo, empezando por Natxo González, a pesar de sus antecedentes como gran estratega defensivo. Cuando el Reus lo repescó en verano de 2014 le trasladó esa propuesta a la que el técnico vasco necesitaba adaptarse. Cinco años después su evolución no admite sospechas. En lugar de dar la espalda a la ocurrencia, Natxo asombró con su capacidad de reciclaje. Hoy es uno de los mejores entrenadores de la categoría.

Parés, siempre arropado por Ferran Asensio, sentó unas bases sólidas, muy por encima de las personas que entraban y salían de la entidad. El Reus, por su poca tradición en el fútbol profesional, necesitó reinventarse cada mes de junio a nivel de plantilla. Sus mejores actores se marchaban en busca de un foco más goloso. Hay un puñado de ejemplos. Ramon Folch, Pichu Atienza, Alberto Benito, Ángel Martínez, Jorge Miramón y otros casos. El equipo no se resintió. Había una idea innegociable. Una hoja de ruta a la que los nuevos fichajes se adaptaban rápido porque respondían a ese perfil de juego.

La eficacia del modelo no solo se trasladó a los éxitos deportivos de la primera plantilla. A nivel de club, el Reus logró situar de nuevo al juvenil A en la División de Honor y otro registro demoledor. En tres años, puso al filial en la Tercera División. En ese status aparece otro rasgo fundamental que ha distinguido al Reus, el valor humano de sus empleados. Parés ha delegado trabajos y confianza en los coordinadores del fútbol formativo, Marc Carrasco e Iván Taranilla (antes Xavi Castro), tipos totalmente comprometidos con la causa y de gran sentimiento de pertenencia hacia el club.

El proceso de estos cinco años de ciclo ha terminado en un cuerpo técnico del primer equipo elegido y conocedor de todos los paraísos y los infiernos de la casa. De fisios y asistentes, han reservado su paciencia hasta el último segundo. Han dignificado la palabara compromiso.

La figura de Xavi Bartolo resulta un claro ejemplo de progreso. Empezó como preparador físico, ofició como segundo entrenador de Aritz López Garai y ha culminado su plan de carrera en el Reus como primero. No sólo eso, para los hinchas es todo un emblema por el talante y la capacidad de gestión en la pesadilla que inició Oliver y que todavía no ha terminado con el americano Onolfo, empeñado más en recortar deuda que en diseñar un proyecto apetecible hasta el momento.

Precisamente, los grandes interrogantes que siguen abiertos entorno al futuro del club y los impagos de casi siete nóminas a toda esa estructura deportiva han propiciado que el gran valor que había destacado al Reus se encuentre en vías de extinción
Ahora mismo parece imposible que Sergi Parés, Xavi Bartolo y Ferran Asensio permanezcan en el Reus la próxima temporada. De hecho ya han pedido la extinción de su contrato vía judicial. Bartolo tenía tres años más de compromiso con el club. 

El futuro en el oficio del director deportivo no corre peligro. Dispone de un par de proyectos de altura encima de la mesa y se hace más que probable que Bartolo y Asensio vayan con él en los nuevos tiempos.

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