El italiano Marcell Jacobs, heredero de Usain Bolt

El velocista transalpino de origen estadounidense culmina su gran rendimiento con la victoria en los 100 metros y una marca de 9.80

02 agosto 2021 14:20 | Actualizado a 02 agosto 2021 14:35
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El nuevo rey de la velocidad se llama Lamont Marcell Jacobs, tiene 26 años y aunque es italiano nació en El Paso (Estados Unidos). Y es que su padre era un soldado apostado en el cuartel de Vicenza, que fue enviado a Corea del Sur pocos días después del nacimiento. Pero su madre decidió después de dar a luz en Texas que donde mejor se iba a criar su pequeño era en casa, y regresaron a Desenzano del Garda, un pequeño pueblo situado a orillas de uno de los lagos más bellos del norte de Italia, muy cerca de Brescia. Allí fue donde Jacobs comenzó a practicar atletismo a los diez años.

Pero sus primeros logros como deportista de primer orden en Italia no llegan como velocista, sino como saltador de longitud. De hecho en 2015 llegó a saltar 8,02 en pista cubierta. Se puso a las órdenes de Paolo Camossi y parecía que su carrera deportiva estaba lanzada en el pasillo de saltos, pero una larga lesión en el cuádriceps femoral frenó su progresión y cuando regresa y los resultados no son lo buenos que esperaba, toma la decisión de empezar con pruebas de velocidad.

El 6 de mayo de 2018 marcó la quinta mejor marca italiana de la historia en los 100 metros con 10.12. Un año después en Padua se corona como campeón italiano y 10.03 , solo por detrás de Tortu ( 9.99 ) y Mennea ( 10.01 ) en el ranking. El 13 de mayo de 2021 rompió por vez primera la barrera de los 10 segundos y establece la plusmarca italiana con 9.95. Casado con Nicole Daza, Jacobs tiene tres hijos que han sido su gran motivación de cara a Tokio, empeñado en hacer historia. Y desde luego, lo ha conseguido.

Usain Bolt ya tiene sucesor y es italiano. Desde que el británico Allan Wells ganara el oro en los Juegos de Moscú’80, marcados por el boicot de Estados Unidos y sus países aliados, la velocidad europea no subía a lo más alto de un podio olímpico. Y lo ha hecho gracias a Jacobs, que había sido uno de los velocistas que mejores sensaciones había transmitido en las rondas previas, pero que no entraba a priori en la nómina de candidato principal.

Pero esto se trata de llegar a la cita clave en el mejor momento posible, y el italiano se ha marcado un 9.80 que ha sido inalcanzable para Fred Kerley (9.84), que trató en vano de recuperar el cetro de los 100 metros para Estados Unidos después de la hegemonía absoluta de Usain Bolt en los últimos tres Juegos Olímpicos. Andre de Grasse, con 9.89, cerró el podio de una prueba que ha tenido a la hora de la verdad un buen nivel competitivo, pero lejos de sus mejores días.

La huella del astro jamaicano sigue siendo demasiado alargada, pero hay que decir en honor a la verdad, que más allá de las marcas de Bolt, este 9.80 ha sido la mejor marca de todas las finales olímpicas, mejorando el 9.84 de Donovan Bailey de Atlanta’96, lo que es de justicia para el velocista italiano nacido en El Paso.Su victoria permitió a Italia vivir diez minutos mágicos, ya que antes de la salida de los 100 metros, Gianmarco Tamberi se aseguraba el oro en salto de altura tras empatar sobre 2,37m con el atleta de Catar Mutaz Essa Barshim.

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