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El CV Sant Pere i Sant Pau ultima los flecos de su presupuesto para afrontar a partir de octubre su regreso a la Superliga, la máxima competición estatal, a la que tuve que renunciar en 2011 por la reducción de la aportación municipal al presupuesto del club. En el plano deportivo, la plantilla del primer equipo está de vacaciones. La vuelta al trabajo será el próximo lunes 28 de agosto, con sesiones tanto en el pabellón como físicas, en el gimnasio.
El mes de septiembre será clave para la preparación, con varios amistosos y también competiciones oficiales. El día 16 los rojillos se medirán en la Lliga Catalana al Llars Mundet. Si vencen, el día 24 se verán las caras con el Barça. En un amistoso se enfrentarán contra L’Illa Grau, conjunto de Castellón, también recién ascendido a Superliga. Otros rivales como el Melilla también podrían ser piedra de toque durante ese mes, a falta de definir y cerrar otros compromisos.
«Volver a la Superliga es un desafío, después de seis años. Queremos mantener el mismo bloque, porque los jugadores se lo han ganado y están muy ilusionados», afirma Vlado Stevovski, el entrenador, artífice de los últimos éxitos del equipo y que asumirá su debut como técnico en una categoría en la que ya tiene sobrada experiencia como jugador. «Será un año difícil y muy exigente, porque el nivel es más alto. Nuestro objetivo será la permanencia», asume Vlado, principal responsable de poner a tono una plantilla que debutará en la Superliga el 7 de octubre, recibiendo en casa al CV Mediterráneo Castellón.
Vlado tiene previsto, en un principio, dejar su rol como jugador y centrarse en sus labores como técnico. Ya durante la campaña pasada su participación sobre la pista fue puntual y se redujo a intervenciones aisladas en momentos clave del juego.
Por su parte, Alex Stevovski, que también es gerente de la entidad, se retirará como jugador y ejercerá de segundo entrenador, formando tándem con su hermano Vlado. Por lo tanto, cogerá galones como una evolución natural que da la veteranía y las tablas sobre la cancha. «La idea para los dos era dejar de tener ese protagonismo en el equipo para dar paso a los jóvenes», afirma Vlado.
Así pues, el equipo, ya inscrito en Superliga, deja atrás unas últimas semanas de incertidumbre, a la espera de saber si podía contar con los suficientes apoyos económicos para este nuevo viaje en la máxima división.
El club está ahora pendiente de cerrar en breve dos incorporaciones de jugadores que proceden de categoría juvenil de otros clubes pero que formarán parte del primer equipo. La filosofía del conjunto será la misma que la de otros años: una plantilla joven y con ambición. A esos dos fichajes podría añadirse luego alguno más, en función de lo que suceda con la continuidad de dos hombres que fueron claves la temporada pasada en el ascenso.
Así, el club está a la espera de la respuesta de Álvaro Gimeno, que en enero se marcha a Estados Unidos con una beca universitaria. Hasta entonces, el salouense podría competir con el SPiSP, aportando su enorme talento durante el primer tramo de la temporada. Otro baluarte cuya continuidad no está asegurada es David Sanllehí. «Hay que ver si puede compaginar su trabajo con los entrenamientos y los partidos. Todavía estamos hablando», cuenta el entrenador, Vlado Stevovski.
