El tarraconense Miguel Palanca: «Lopetegui es un entrenador muy ambicioso»

Miguel Palanca (Tarragona, 30 años) solo tiene palabras de agradecimiento con Julen Lopetegui. Coincidió con el nuevo entrenador del Real Madrid (esta tarde se hará su presentación oficial) durante su único curso en el filial blanco, el Castilla, en la temporada 2008-09.

Si aquella fue una temporada idílica para el futbolista tarraconense fue, en buena parte, por la interferencia del preparador vasco. «Apostó mucho por mí. No solo en el Castillam estoy convencido de que tuvo mucho que ver en mi ‘ascenso’ al primer equipo. Nunca me lo dijo, pero sé que intercedió para que Juande Ramos me llamara».

El técnico manchego llevaba dos días en el Real Madrid, tras la destitución de Schuster por su famoso «es imposible ganar en el Camp Nou», cuando se vio en la tesitura de convocar a jugadores del filial. Entre ellos, Miguel Palanca, que debutó precisamente en ese Clásico en el feudo culé con 2-0 final.

En manos de Lopetegui, Palanca vivió una transformación. «Pasé de niño a hombre con él. Fue el primero que me puso en la banda», admite. Nada más llegar le pidió que se desplazara a la banda derecha. El jugador, acostumbrado a vivir enganchado al área de gol, se tuvo que readaptar y ver otra forma de jugar. Más alejado de la portería que exigía mayor despliegue físico y sacrificio en defensa. 

La decisión de Julen Lopetegui de mandar al tarraconense a uno de los costados tenía mucho que ver con la forma que tiene el técnico guipuzcoano de ver el fútbol. «No es un entrenador que preserve un sistema por encima de todo. Tiene una idea, pero principalmente se adapta a la plantilla. Ese año éramos cuatro buenos delanteros centro y quería que jugáramos todos, por lo que buscó la alternativa para encajarnos», detalla Miguel Palanca.

Pensamiento colectivo

Entre las características que el futbolista tarraconense destaca de Lopetegui está la importancia que el preparador vasco da al aspecto mental. Según Palanca, «Julen cree que la diferencia entre los jugadores de élite es mínima y que es la cabeza la que acaba destacando a los mejores del resto. Para él cualquier jugador es capaz de cualquier cosa».

Otras de las particularidades destacables de Lopetegui es su pensamiento colectivo. «No es nada egoísta. Muchos entrenadores se preocupan por el resultady por ellos, pero él solo pensaba en el interés del equipo, aunque le supusiera sacrificar cosas».

El Real Madrid Castilla era una de las primeras experiencias de Lopetegui en los banquillos. En esa época era difícil pronosticar que algún día podría asumir el banquillo del primer equipo o de la selección española. Pero sí que se podía entrever la ambición con la que partía en su carrera como entrenador.

«Tenía ganas de crecer y así lo ha demostrado en toda su carrera. Le gustan los retos y seguro que cuando recibió la llamada de Florentino Pérez vio ante sí la gran oportunidad de su vida». Por eso, Palanca señala que la del Madrid era una oferta irrechazable, aunque «los tiempos no han sido los correctos».