Empate de supervivencia (Nàstic 1-1 Castellón)

Un gol de Brugui consigue rescatar un punto ante el Castellón en un partido muy disputado e igualado

06 octubre 2019 16:18 | Actualizado a 07 octubre 2019 17:00
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El Nou Estadi sigue sin ver un triunfo de su equipo esta temporada. Siempre hay un detalle que les impide irse a sus casas con la felicidad de los tres puntos. Ayer fue un fallo tremendo de Bernabé con los pies el que regaló un gol al Castellón. De no ser por el testarazo de Brugui, uno de los sacrificados para dar entrada a las peticiones de la directiva, a falta de cinco minutos para la conclusión, se hubiese encajado una derrota que quién sabe si se hubiese cobrado alguna víctima.

Hubiera sido injusto. El Nàstic no fue inferior al Castellón. Tampoco los granas fueron mejores. La igualdad se impuso con una parte para cada equipo. Al conjunto de Bartolo le costó entrar al partido con un sistema en rombo mal expuesto y peor interpretado. Instantes que el Castellón disfrutó para explayarse en su relato futbolístico. El técnico corrigió y el choque tomó otro cariz más equilibrado. Se pudo decantar para cualquier lado. Parecía que los visitantes, arropados por medio millar de seguidores, iban a regresar a Castalia con los tres puntos, pero el rescate de Brugui entre la depresión post-gol salvó los muebles.

Hubo, como se esperaba, nueva disposición táctica y una alineación de hombre que cumple con las peticiones de los jefes. Por muy injustas que sean. Romain Habran acabó acompañando a Pedro, recuperado de sus molestias para el partido, en el ataque, mientras que Lolo Plá figuró en la punta de un rombo que tenía a Petcoff y Giner de interiores y a Goldar en el pivote defensivo. Brugui y Pol Ballesteros fueron los sacrificados.

Media hora duró ese rombo tras los constantes fallos de sistema. Los errores en las ayudas provocaban un sinfín de agujeros que los futbolistas de Castellón no acabaron de aprovechar, por fortuna para el Nàstic.

A Giner y Petcoff no les alcanzaban las fuerzas para acompañar hacia atrás a los dos laterales. Tampoco arriba ayudaba para, como mínimo, incordiar al futbolista que iniciaba la salida del balón. El escenario vaticinaba una nueva debacle. Los costados del Nàstic eran autopistas para que los hombres de banda del Castellón penetraran sin parangón. César, el hombre-gol orellut, tuvo la ocasión más clara del primer tiempo. Remató sin molestia alguna. Pudo saltar y cabecear con el movimiento perfecto. Por centímetros se le marchó. El plan tampoco salía en fase ofensiva. Goldar no recibía y Petcoff no hacía más que recuperar del esfuerzo defensivo. Solo quedaba Perone para dar el primer pase que solía ser en largo. El Castellón cerraba todas las líneas y obligaba al brasileño a rifar el esférico.

La producción ofensiva tarraconense en los primeros 45 minutos fueron chispazos de un Habrán egoísta que no acertó a finalizar ninguna de sus buenas acciones. El galo jugó su partido propio.

 El cambio a un 4-4-2 clásico funcionó para no sufrir en cada cambio de orientación. Pero los visitantes siguieron teniendo sus ocasiones.  Josep Calavera ofreció un actuación madura. Ancló a su equipo con sentido táctico y ofreció su riqueza futbolística en la distribución. Cada pase del pivote Cabra era una puñalada dolorosa para todos aquellos que querían verlo de grana y que siguen soñando con verlo algún día.

Milagroso fue que llegara el descanso sin cambios en el marcador inicial. Justo antes del pitido del colegiado, Bernabé tiró de reflejos de balonmano para despejar un tiro a bocajarro de Jorge Fernández.

El Nàstic mejoró en el segundo tiempo. Se expuso más ordenadamente en el terreno de juego. Petcoff llegaba a tiempo de colocarse en la sala de operaciones y los movimientos arriba iban más a tono con las intenciones del equipo. Hasta las acciones que se habían mostrado más futiles en el primer acto resultaron efectivas. Tanto como para generar la primera ocasión de peligro clara grana. Controló Pedro el envío de Perone y lo dejó para la llegada in extremis de Lolo Plá. Solo pudo desviar ligeramente la pelota pero insuficiente para superar a Álvaro.

El partido andaba más para el Nàstic que para el Castellón hasta el error grave de Bernabé. Se durmió el arquero andaluz en la entrega y Rubén Díaz le tapó el despeje. Controló el jugador visitante y ejecutó al Nàstic con un tiro por el palo corto. Otro fallo individual que costaba medio partido.

El otro medio lo rescató Brugui. Un futbolista competitivo hasta la saciedad y maltratado de mala manera. Los focos y las peticiones señalan a otros. Como si él estuviera de más. Pero ahí resiste para darlo todo. Para pegar impulsarse hacia las nubes y cabecear la única pelota regalada por Habran en todo el partido.

En el último suspiro del encuentro tuvo Perone los tres puntos. Su testarazo se fue por poco.

FICHA 

Nàstic. Bernabé, Pol Valentín, Bonilla, Perone, Juan Rodríguez, Goldar, Giner (Pol Ballesteros, min. 60), Petcoff, Lolo Plá (Brugui, min. 60), Romain Habran y Pedro.

CD Castellón. Álvaro, Satrústegui, Carles, Cubillas (Serra, min. 67), Rubén Diez (Alfredo, min. 87), César, Víctor, Calavera (Rafa Gávez, min. 86) , Verdés, Jorge Fernández y Muguruza.

Goles. 0-1, Rubén Díaz (min. 67). 1-1, Brugui (min. .

Árbitro. Martín González (C. Las Palmas). Amonestó a Giner, Bonilla y Lolo Pla, de los locales y a César Díaz de los visitantes.

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