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La victoria en el Mundial de Innsbruck es la más importante en la longeva carrera de Alejandro Valverde, después de coleccionar varias medallas de plata y bronce desde sus primeros años como profesional. La periodista Ainara Hernando lo vivió en directo y encontró en ese triunfo la inspiración para escribir Cuando fuimos los mejores, el nuevo libro de la editorial tarraconense Cultura Ciclista.
¿Cómo nace el libro?
La idea surge la semana después de Innsbruck, con la adrenalina y las emociones aún a flor de piel. Yo estuve allí para cubrir la prueba para Ciclismo a fondo y todos coincidían en que la concentración de la selección en Granada, con ocho corredores de siete equipos diferentes, fue clave. Quise investigar lo que había pasado para que se hicieran amigos cuando hacía pocas semanas eran rivales en la Vuelta. Así que hice un primer artículo sobre ello, pero recopilé muchas anécdotas y me quedé con ganas de más.
¿Qué descubrió?
En esa concentración entre Granada y Sierra Nevada, a 1.500 metros de altitud, todos entendieron que Valverde era el capitán y corrían para él. Allí se fraguó la victoria. Luego he hablado con todos los ciclistas, mecánicos, cocineros y técnicos, recopilando unos treinta puntos de vista diferentes y muchas vivencias del Mundial.
El triunfo de Valverde le inspiró para escribir.
Sin su victoria este libro no existiría. La inspiración me la dio la manera que la consiguió. Ver llorar como si ganara su primera carrera a un ciclista con 38 años que ha sido campeón de la Vuelta, podio en Tour y Giro, que ha llevado el maillot amarillo, me llenaba de emoción incluso cuando escribía.
¿De dónde sale el título ‘Cuando fuimos los mejores’?
Por la canción de Loquillo que me gusta mucho. Pero en realidad resume muy bien lo que se explica en el libro. Señala que un día fuimos los mejores y engloba a todos. Es un libro que es de toda la selección española, no solo de los ciclistas. También de masajistas, mecánicos y gente olvidada como el cocinero que sabe lo que le gusta a Valverde o el conductor del autobús que resulta crucial. Yo también me incluyo porque lo viví y sentí como periodista formando parte de ello.
«Ver llorar como si ganara su primera carrera a un ciclista que ha sido campeón de la Vuelta, podio en Tour y Giro, me emocionaba cuando escribía»Es un libro sobre el Mundial, pero ¿también es biográfico?
Un poco sí, porque explica de dónde viene, de la Vuelta reciente y también hay una parte dedicada a los otros mundiales que ha corrido. Y es que Valverde es el corredor con más medallas de la historia: cuatro bronces, dos platas y un oro. Incluso hay una parte que él la explica en primera persona.
Fue muy criticado en el Mundial de Florencia como culpable de la derrota de Purito.
Florencia fue muy duro para Valverde porque fue señalado como el malo de España. El que no había arrancado cuando tocaba y cuando lo hizo llevó a Rui Costa hasta la rueda de Purito. Alejandro suele relativizar mucho las cosas y no se deja llevar por la euforia o la desgracia pero esos días fueron duros y se apartó un poco. El tiempo lo ha mitigado, ahora lo vemos desde la distancia y es verdad que también existe otra versión que es que él era el líder y deberían haberlo respetado como se hizo el año pasado.
¿Qué Alejandro Valverde aparece en el libro?
El que todo el mundo conoce. Casi no hay secretos en él. Lo que más me sorprende es que no es un líder autoritario como Contador o Samuel Sánchez, sino que lo es por naturaleza. Simplemente la gente lo sabe y no hace falta decirlo. Para muchos compañeros de selección en Innsbruck como Omar Fraile, Enric Mas o David de la Cruz, Alejandro era uno de sus ídolos de infancia. El mayor premio para ellos era convertirlo en campeón del mundo.
¿Hubo algún momento determinante en el Mundial?
Desde fuera, todos sabíamos que el Mundial era importante para él y que se había llevado varios chascos, con platas y bronces cuando podía haber ganado. Cuando llegaron a Austria con un día de retraso después de haber perdido el avión Valverde y Mas atendieron a la prensa. Un imprevisto así puede afectar física y mentalmente a cualquier ciclista profesional, en cambio Alejandro se sentó en un sofá alrededor de los periodistas, bromeaba, reía, estaba muy relajado y a gusto. En dos días se jugaba el Mundial y se le veía muy animado, como un niño de colonias. Esto reflejaba el buen ambiente en la selección y transmitía buenas vibraciones.
El libro también incluye una treintena de fotos.
Hay de la carrera pero las que tienen más valor son las personales que me han pasado: en el avión, cuando casi los enviste una vaca el día antes de la carrera, de la celebración, etc. Este tipo de imágenes ayudan a contextualizar y transmitir el ambiente que se vivió.
¿Cuál cree que es el secreto de Valverde para seguir rindiendo con 39 años?
Que se divierte y se lo pasa muy bien con todos los aspectos del ciclismo. Desde perder un avión hasta tener que estar fuera de casa corriendo con los compañeros. El ciclismo es su trabajo pero también su pasión. Ese es el secreto, que disfruta.
