Enric Socías, cómo disfrutar del fútbol a los 40 años

La UE Valls de Joan Pallarès vive un instante idílico en su año del regreso a Primera Catalana. Acumula 14 domingos sin conocer la derrota y se ha situado a sólo dos puntos de los puestos de play off de ascenso. La extraordinaria racha del equipo responde a muchos argumentos. Los principales tienen que ver con la capacidad de arraigo que dispone el grupo de futbolistas. El grueso de ellos ha nacido en la capital del Alt Camp. El resto se han formado y conviven en el Camp. 

El tarraconense Enric Socías (1979) llegó a El Vilar el pasado curso. Fue compañero de Joan Pallarès en varias etapas, cuando el técnico todavía recorría la banda derecha con elegancia. En Valls los roles han cambiado. Sobre todo para Pallarès. Para Socías, el fútbol le mantiene despierto. Sigue en activo porque todavía encuentra suficientes alicientes para entrenarse a diario y, sobre todo, para competir el domingo.

Acumula 40 años, pero hace de la edad una simple cifra del documento nacional de identidad. Disfruta al máximo del excelente rendimiento colectivo de la Unió Esportiva y de su aportación personal. Es el eje de la zaga y un emblema dentro del vestuario. 

La relación del defensa con la UE Valls se prolongó este verano y eso que el jugador había pensado en retirarse justo al final de la pasada temporada, con el ascenso del equipo a Primera Catalana. Se sentó con Pallarès y le transmitió que sentía fuerza para rendir un curso más y el entrenador cumplió su deseo. En el último partido en El Vilar ante el Almacelles, Enric Socías formó en el once titular y colaboró con la victoria por 3-1. 

El trayecto deportivo de Enric Socías se asemeja al de un auténtico trotamundos. Hizo carrera seria en Segunda B, después de salir del Nàstic con el que llegó a debutar y a gozar de cierto estatus como canterano de postín. Pasó por Figueres, Terrassa, Sant Andreu y CF Reus, entre otros equipos. Ha completado ese recorrido en el Ascó y ahora en la Unió Esportiva, donde el fútbol ya no ocupa una prioridad vitar y profesional. Se ha convertido en un complemento de disfrute. Lo compagina con una jornada laboral normal dentro de la sociedad al uso.

«He aprendido a disfrutar del fútbol. Antes era mi profesión y sentía esa presión, ahora es un hobby y te lo tomas de otra manera», refleja el protagonista. «Siempre me he cuidado y físicamente me encuentro bien. El día que mi cuerpo diga basta, entonces lo dejaré», añade. Entre sus motivaciones se encuentran la buena relación con Pallarès y el proyecto deportivo de la Unió Esportiva. «También estás cerca de casa y si has jugado al fútbol toda la vida tienes esa necesidad de seguir haciendo deporte. Por eso cuesta tanto dejarlo», afirma.

El defensor ve los buenos registros del equipo como el resultado de muchos factores. «Al principio nos costó porque necesitábamos adaptarnos a la nueva categoría. Cuando encontramos el rol y nos hicimos fiables llegaron los buenos registros. Además tampoco tenemos la presión de otros rivales». Con la Unió Esportiva Valls volando por Primera Catalana, Socías mantiene vivo el romanticismo del fútbol.