Enrique Martín no deja de sorprender

El técnico del Nàstic se guarda un ‘as’ bajo la manga en cada jornada. Una presencia inesperada o un cambio de sistema táctico insospechado

12 marzo 2019 17:51 | Actualizado a 13 marzo 2019 19:24
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Acertar el 100% del once o el planteamiento de Enrique Martín es casi como hacer una quiniela con los ojos cerrados. Puedas adivinar los partidos fijos, pero siempre hay sorpresas. La Bruja de Campanas siempre se guarda un ‘as’ bajo la manga. Una decisión inesperada (por contradictoria con sus propias palabras) que coge a todos con el pie cambiado. No siempre efecto. A veces genera más dudas de las iniciales. Pero siempre consigue ese efecto deslumbrante. En el rival, la afición y, por supuesto, entre sus jugadores.

La última el regreso al sistema de tres centrales y dos carrileros que parecía haber dejado atrás. Llevaba tres jornadas aferrándose al 4-4-2 o 4-1-4-1 con buenas sensaciones pero sin resultados. El último giro, contra el Albacete, ofreció esa recompensa que se resistía.

En Pamplona cuando el Gimnàstic hizo público el once que saldría al césped para medirse a Osasuna más de uno recibió con estupor la ausencia de Noguera. El central argentino había sido uno de los mejores contra el Cádiz. Aún así, se quedó en el banco en El Sadar.

Una semana antes la novedad fue José Kanté. Nadie esperaba ver al futbolista en el césped. Ni siquiera de corto, después de que el propio entrenador le hubiera descartado por lesión para el partido en la rueda de prensa previa al choque. 81 minutos, una asistencia y un gol en cada portería fue el balance final de la presencia del sabadellense. Ni rastro de lesión alguna.

Riazor no fue ajeno a ese giro de guión final. Acostumbrados a la presencia de dos atacantes en el ataque, Martín Monreal se le ocurrió que con Luis Suárez como único delantero centro y Thioune de mediapunta podría generar dudas en las filas coruñesas. El colombiano estuvo a la altura de las circunstancias, con esa presión agresiva que ofrece en cada partido, pero el senegalés se vio claramente superado. No encajó en una demarcación que exige unas condiciones y virtudes de las que carece el africano. Tiene muchas otras, pero jugar de espaldas no es una de ellas.

Otra de las decisiones sonadas fue la inclusión en el equipo de partida de Abdel Barrada en el encuentro frente al Rayo Majadahonda. El francomarroquí llegó con mala forma física como se constató en su primer encuentro con la camiseta grana. Se pudo ahorrar el cuarto de hora ante Las Palmas. Por eso, cuando figuró de entrada en el Cerro del Espino nadie podía creérselo. Seguí sin estar al ritmo de sus compañeros. Bastaron 57 minutos para comprobar que aún le quedaban entrenamientos por delante para ponerse al nivel de la competición.

De titulares a salir del club

Recordada es la del día de Tenerife. Esa jornada apostó por Tete, Manu del Moral, Javi Jiménez y Manu Barreiro. Del tirón, aún a sabiendas de que todos tenían medio pie fuera del Nàstic. De hecho, solo el delantero gallego volvió a vestir la camiseta grana una semana después. Fueron sus 27 últimos minutos en Tarragona, con un traspaso ya cociéndose.

Atrás quedan otras tantas decisiones de última hora. Como la de posponer un cambio de sistema en el vestuario, justo antes de saltar al terreno de juego. Iniciativas de la Bruja de Campanas para que nadie se duerma y todos sus pupilos estén, mareados o no con todos esos cambios, pendientes y listos para presentar batalla.

Enrique Martín siempre encuentra ese giro en el guion, aunque no en todas las ocasiones consigue que el desenlace sea beneficioso para sus intereses.

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