- Menudo cambio ha dado el equipo. ¿Quién nos lo iba a decir hace unas semanas?
- Sí, la verdad es que nos encontramos en un momento de mucha confianza y eso ayuda de cara a obtener resultados.
- ¿Qué porcentaje de esta recuperación se debe a una cuestión mental y cuánto a cuestiones de juego?
- Básicamente se debe a conseguir victorias que nos han permitido coger confianza. Sabíamos que estábamos trabajando bien pero faltaba que nos acompañaran los resultados. Veníamos de una racha mala y nos ha costado salir. Ahora estamos en pleno ‘subidón’ y hay que aprovecharlo.
- Hasta la suerte acompaña. Lo que hace unos meses no quería entrar, en estos momentos acaba en gol.
- Eso es la dinámica. En la primera vuelta, de racha negativa, la pelota tocaba el palo y se iba o, al revés, encajábamos goles por mala suerte. Por eso digo que ahora hay que sacar provecho.
- Merino destacaba la necesidad de dejar de ser colistas y salir de las posiciones de descenso. ¿En qué medida ha sido crucial para el cambio?
- Nos ha ayudado en el ánimo del equipo. Ser colista es complicado. Trabajas y ves que semana tras semana no logras salir de ahí. Cuesta llevarlo.
- Contra el Córdoba encadenaste tres partidos completos. Hacía casi cuatro años que no conseguías jugar 180 minuto seguidos. Aún jugabas en el Barça B.
- Hace tiempo, sí. Las lesiones, las molestias, me impedían jugar seguido. Pero me estoy encontrando muy bien. Llevo tiempo sin notar nada en la rodilla. Eso, quieras o no, es un cambio enorme a nivel personal. Sin dolor tengo mucha más confianza y sé que puedo hacerlo bien.
- Casi te habías acostumbrado a jugar con dolor.
- No tenía más remedio que acostumbrarme a ese dolorcito constante en la rodilla y tirar para adelante.
- ¿Cómo se gestiona ese padecimiento constante?
- Es difícil. Es un dolor que no te deja exprimirte al máximo. Han sido tres años de calvario total. Hubo un momento que veía que no podía más y que tedría que dejar el fútbol.
- ¿Pensaste en tirar la toalla y dejarlo?
- Sí. Es que no podía ni subir escaleras. Tenía un dolor que hacía imposible ni siquiera salir a trotar. Operaciones, tratamientos, refuerzos cada día, etc.
- ¿En qué te apoyas para descartar esa idea y seguir adelante?
- Con todo lo tímido que soy y que parece que sea un tío débil de cabeza siempre he sido muy fuerte. Lo he sabido llevar muy bien. Entendí que iba a necesitar tiempo y que tendría que instir, pero me convencí que al final iba a conseguir jugar otra vez.
- Tienes 28. Todavía tienes años para relanzarte.
- Aún me queda carrera. Espero jugar muchísimos, muchísimos
años más.
- ¿En qué momento has conseguido superar definitivamente esos problemas, tanto a nivel físico como psicológico?
- Este año. No me pierdo ningún entreno, cada día siento que estoy bien. La rodilla está muy bien.
- En Tarragona, has tenido la confianza de los entrenadores que has tenido. Tanto de Juan Merino como de Vicente Moreno.
- He sentido mucho respaldo de los dos técnicos y creo que eso ha sido importante para mi recuperación. Es de agradecer.
- Merino te ha hecho recordar tu pasado de lateral zurdo en el Barça B con esta posición de carrilero en el 3-5-2.
- Cada vez me adapto más a la demarcación. Sí que es verdad que defensivamente me cuesta un poco. Tenía algunos movimientos de cuando jugué ahí con Eusebio pero estoy intentando mejorar aun más en ese aspecto y me siento muy bien.
- En una de sus primeras ruedas de prensa ya dijo que te veía en esa posición. Sorprendió. A ti, ¿qué te pareció la propuesta?
- Yo siempre estoy dispuesto a jugar donde sea. Si el entrenador cre conveniente que juegue de carrilero.