Espía en el camino olímpico

Claudio César Prieto, entrenador del CB Cantaires Tortosa. El técnico argentino colaboró como 'scouter' u ojeador con la selección de Brasil para ganar a Croacia y España en los Juegos de Río de Janeiro

19 mayo 2017 16:23 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:00
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No a todo el mundo se le presenta la oportunidad de colaborar en los Juegos Olímpicos aunque sólo sea en la distancia. Esto es lo que le pasó a Claudio César Prieto, entrenador del primer equipo del CB Cantaires Tortosa, que milita en Copa Catalunya desde esta temporada. El pasado verano, la selección de Brasil le fichó en su equipo de scouters.

Prieto empezó en el mundo del baloncesto como jugador en Argentina, pero un accidente de coche le dejó tocado del brazo y tuvo que abandonar el mundo de la competición. El argentino, que había sido elegido cuatro veces mejor jugador de la liga de la Universidad dónde estudiaba, decidió que quería seguir en el mundo del baloncesto pero como entrenador. Hace diez años cambió su Argentina natal por España, porque sabía que «el mejor baloncesto fuera de Estados Unidos estaba aquí» y, concretamente, Catalunya porque es donde «hay más afición y grandes equipos».

Prieto fue ampliando su conocimiento en las diferentes especialidades a lo largo de una década. Pero cómo él dice, «para ser un buen entrenador, uno tiene que estar siempre formándose». En su época de aprendizaje, Claudio fue partícipe en varias sesiones de preparación de siete equipos de la ACB. Conoció al argentino Rubén Magnano en los entrenamientos del Real Madrid y volvió a coincidir con él en la semana de preparación del Barcelona. Ambos técnicos mantuvieron el contacto con los años y volvieron a encontrarse al otro lado del charco durante el Torneo de Súper 4 del año pasado, donde juegan los cuatro mejores equipos de la Liga Uruguaya de baloncesto.

Para entonces, Magnano ya llevaba años al frente de la selección brasileña y Prieto participó en sus entrenamientos, además de asistir a los partidos. En la trayectoria de Prieto se cruzó el CB Cantaires, que le ofreció ser el director técnico y el entrenador del senior masculino, con el cual ya ha conseguido dos ascensos y al que le está muy agradecido por permitirle vivir de la que es su pasión.

A mediados de abril, Rubén Magnano contactó con Prieto para ofrecerle un trabajo de ojeador deportivo para analizar a sus rivales europeos de cara a los Juegos de Río de Janeiro 2016. El preparador tortosino no dudó en aceptar. Pero el trabajo más duro comenzó en julio, cuando conoció quiénes eran los rivales europeos del Grupo B donde estaba Brasil: España y Croacia. A partir de ahí, empezó a visionar los partidos preolímpicos de la selección croata para estudiar a los jugadores, las fortalezas y debilidades del equipo, su defensa, su ataque y su estilo de juego.

En el caso de España, el técnico del Cantaires siguió la Ruta Ñ de la selección que hizo por cinco ciudades españolas (Burgos, Málaga, Madrid, Valladolid y Zaragoza), entre el 12 y el 28 de julio. «Estando en los partidos podía captar muchos más detalles que por televisión se pierden. Estaba a pie de pista anotándolo todo», recuerda.

Su tarea no fue nada fácil. A la infinidad de horas de visionado para resumir el modus operandi de los dos rivales, se sumaba la presión de la importancia del encargo. No todos los días uno se codea con la élite, por lo que el nivel de observación debía ser máximo. Toda la información recopilada fue enviada a la selección brasileña una semana antes de que empezaran las Olimpiadas. En este feedback, «dábamos ideas de cómo contrarrestar algunas debilidades de los rivales con las fortalezas de Brasil», resume el técnico argentino.

El compañero de viaje de Prieto fue Pedro Argachal, director técnico del CB Viladecavalls (Vallès Occidental). Ambos se conocieron en el CB Castellar hace unos años y a partir de ahí nació una gran amistad. Tanto Pedro como Claudio ya habían hecho de ojeadores para otros equipos, pero nunca a este nivel de exigencia. Para ambos la experiencia fue increíble pero un tanto curiosa, ya que les tocó «hacer scounting para ayudar a que Brasil ganara a España», afirman. En el partido entre Croacia y Brasil, este último perdió de cuatro puntos (76-80), mientras que contra España ganó por un punto (65-66). «Se puede decir que aportamos nuestro granito de arena para que España perdiera», sentencian.

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