Estrellas estrelladas

Viene ya siendo costumbre que los jugadores que están liderados a marcar la diferencia en el Nàstic fracasen de manera estrepitosa. Así ha sido al menos durante las últimas temporadas y esta no ha sido excepción. Pedro Martín, Jonathan Pereira, Romain Habran, Lolo Plá y Damián Petcoff eran los fichajes llamados a ser determinantes en la entidad tarraconense, pero lo cierto es que su rendimiento no ha sido ni regular ni brillante. Todos ellos llegaban con una trayectoria que les respaldaba, pero que ha quedado reducida en escombros si se tiene en cuenta la primera parte de la temporada. Cada caso es particular pero todos tienen en común la desilusión que han generado en una afición que ha perdido la paciencia con ellos.

Pedro Martín comenzó la temporada respondiendo a las expectativas que apuntaba tras ser el máximo goleador del grupo III de Segunda División con el Lleida el pasado curso. Tres goles en las primeras cuatro jornadas provocaron que el Nàstic parecía que había encontrado ese delantero regular y diferencial que tanto se necesita para poder soñar con cotas altas. Sin embargo, con el paso de las jornadas se han juntado las molestias musculares con la falta de gol y el ariete malagueño solo ha conseguido un tanto más. No se puede decir que cinco goles sean una cifra baja, pero resulta insuficiente por el precio y las expectativas que se generaron con su llegada. Además, se ha echado en falta un mayor dominio del juego aéreo y el cuerpo, dos aptitudes básicas para el ideario de Toni Seligrat.

Jonathan Pereira era el fichaje estrella del Nàstic por trayectoria. Nunca había jugado en Segunda B, puesto que su calidad le había llevado a firmar una carrera notable en Primera y Segunda División. Llegó a Tarragona con la intención de añadir un ascenso a su reseñable currículo. Xavi Bartolo nunca llegó a confiar en él y Toni Seligrat sí la hecho pero sin premio. El atacante gallego no es ni la sombra del jugador que fue y solo ha aportado un gol al conjunto grana.

Un caso similar al de Pereira es el de Romain Habran. El francés fue definido como el fichaje estrella del mercado de verano por el presidente de la entidad, Josep Maria Andreu. Su pasado era avalado por su formación en la cantera del PSG. Ahora se entiende porque nunca llegó a hacer carrera en el equipo parisino. Tiene unas condiciones excepcionales para el fútbol, pero su espíritu colectivo y su lectura táctica está muy por debajo de lo que requiere cualquier futbolista de la categoría de bronce del fútbol español. Ha desaparecido de los planes de Seligrat en las últimas semanas.

Con Lolo Plá no había tantas expectativas generadas, pero lo cierto es que era un jugador que llegaba tras marcar seis goles con el Valencia Mestalla en Segunda B en medio año y del que se decía que poseía una calidad técnica superior. Sin embargo, el Nou Estadi nunca ha podido disfrutar de un futbolista que se ha ganado a pulso no ser titular indiscutible. En los últimos partidos con Seligrat ha tenido más protagonismo, pero no lo ha sabido aprovechar.

Petcoff pierde el sitio

Por último, Damián Petcoff fue considerado el mejor mediocentro del grupo IV la pasada temporada con el CD Badajoz. El rendimiento del argentino fue excelente y fueron muchos los equipos que se interesaron por sus servicios. Finalmente recaló en un Nàstic en el que solo ha dejado destellos del mediocentro diferencial que apuntaba a ser. En los últimos partidos ha perdido su sitio en el once y ahora mismo es el cuarto medio en los planes de Seligrat.

El Nàstic necesita encontrar jugadores diferenciales ya sea dentro de la plantilla o en el mercado invernal. Está demostrado que los fichajes estelares del estío no han cumplido las expectativas y la plantilla necesita una clara inyección de talento.