Fallece a los 56 años la campeona paralímpica Susana Herrera

La exesquiadora fue medalla de oro en descenso y medalla de bronce en gigante en los Juegos de Innsbruck de 1988

04 noviembre 2019 17:10 | Actualizado a 04 noviembre 2019 17:19
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La exesquiadora española paralímpica Susana Herrera, que ganó un oro y un bronce en los Juegos Paralímpicos de Innsbruck de 1988, falleció el sábado en el Principado de Andorra –donde vivía desde hacía muchos años– a los 56 años, a causa de un cáncer de pulmón que le había sido diagnosticado hacía cuatro años.

La deportista Susana Herrera ganó dos medallas en los Juegos Paralímpicos de Innsbruck (Austria) en 1988, con un oro en descenso B1 y un bronce en gigante B1.

Susana Herrera nació como una niña normal y su vida se desarrolló sin ningún contratiempo físico. Su vida, sin embargo, dio un vuelco total a los 23 años al sufrir dos paradas cardíacas que derivaron en un coma de 17 días. Cuando despertó, había perdido la vista y el habla, tenía hemiplejia y una grave lesión en la región occipital izquierda por falta de riego sanguíneo.

El deporte fue su salvación. Se inscribió en la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) y comenzó a nadar como terapia. Cuando iba a la piscina en esa época coincidía con el equipo español de natación paralímpica. Allí descubrió que ser ciega no era ningún impedimento para practicar deporte de alto nivel, y su espíritu de superación la llevó a competir en esquí alpino con la ONCE. También llegó a formar parte del equipo nacional de esquí náutico adaptado.

Su éxito más importante con la delegación española de esquí alpino fue una medalla de oro en descenso y una de bronce en gigante –ambos en categoría B1– en los Juegos Paralímpicos de Invierno en Innsbruck de 1988, en los que España logró un total de cuatro metales (Miguel Ángel Pérez Tello se colgó dos platas en 2,5 km y 10 km de esquí nórdico).

Susana Herrera se retiró pasados los 30 años y decidió mudarse al Principado de Andorra con su hermana y su madre. Allí materializó uno de sus sueños: ayudar a las personas con discapacidad para superar los miedos y atreverse a practicar deportes. Fundó la Federación Andorrana de Deportes para Minusválidos (Fadem) en 1998.

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