Fermín Cacho: 'Se le debe dar uso al anillo'

Es ardua tarea robarle unos minutos a Fermín Cacho para sentarse a charlar con él. No por falta de implicación suya, sino porque es imposible caminar 10 metros sin que nadie le pare para robarle, con la misma cara que yo, unos segundos. Primero es la torrense Maite Montaña, mediofondista con 15 años en la elite a sus espaldas; después son Antonio Peñalver, subcampeón olímpico en Barcelona 92, y Raúl Chapado, presidente de la Real Federación Española de Atletismo. Todos tienen mil y una anécdotas que recordar. Oro en 1.500 metros en Barcelona 92, campeón europeo y subcampeón del mundo –en la misma disciplina–, Fermín Cacho sigue viviendo con la misma pasión del primer día su deporte. Estuvo en Tarragona con motivo del Campeonato de España sub-23 celebrado en la pista Natalia Rodríguez y entregó medallas.

16 años después de tu retirada, ¿cómo es el día a día de Fermín Cacho?

Mi día a día es vivir el atletismo de cerca. Soy embajador de la cadena de centros deportivos Go fit. Además, soy el presidente de un club muy joven, el Go fit Athletics, por lo que tengo que viajar mucho por España y Portugal y estoy en constante contacto con el atletismo. 

¿De dónde nace este club?

Del deseo de hacer; no solo de crear atletas, sino personas. Queremos crecer con ellos tanto en lo deportivo como en lo académico. Queremos seguirles, ayudarles, que no les falte nada. Ellos también deben demostrar lo que valen; la formación es esencial.

¿Qué te parecen las instalaciones del Anillo Mediterráneo de Tarragona?

Sé que se retrasaron los Juegos debido a que no estaban acabada la infraestructura, pero ha quedado fabuloso. 

¿Conocías la pista, sin embargo?

Sí, la conozco hace mucho años. No tal y como está ahora, sino la antigua. Venía a entrenar y siempre me han recibido bien aquí. Yo siempre digo una cosa, lo importante cuando se crea una instalación deportiva, es usarla correctamente y renovar su uso. Hay que incentivar su uso  porque el tener estas instalaciones es muy bueno para Tarragona y para la provincia. Necesitamos que la pista se llene de niños y gente con ilusión por enseñar, inculcar nuestro deporte y aprender. Eso es lo que le deseo. 

Algún pero debe haber...

El único reproche, si así se le puede llamar, es que durante el verano, el sol da de lleno y hace demasiado calor. Quizás haría falta un poco de sombra, que se resuelve poniendo árboles. Lo más importante es que hay buenas instalaciones y que la gente de Tarragona la puede utilizar.

Además, ha habido un gran ambiente.

Sí, me ha ilusionado mucho es la afluencia de gente. Igual que ha habido años anteriores en los que los estatales sub 23 han estado falto de público, este año ha venido mucha gente. Es muy positivo para el atletismo, ya que es complicado el paso de las categoría inferiores a la absoluta. Es importante que estos atletas ya sientan que son absolutos, y ver un ambiente así en la grada y en cuanto a organización les prepara para el futuro. 

¿Qué consejos les daría a los jóvenes atletas españoles?

Esto del deporte, como todo en la vida, se consigue creyendo en tus posibilidades de lograr tu objetivo, con humildad, con esfuerzo, trabajo y constancia. Lo que tiene el deporte es que, puedes cumplir con todo y no conseguir tu objetivo, pero no hay que venirse abajo. Deben pensar en lo ocurrido, encontrar la solución, y confiar en ellos mismos y en los entrenadores para revertir situaciones adversas. 
Una de las pruebas estrella de este Campeonato ha sido el 5.000, que se llevó el reusense Abdessamad Oukhelfen. ¿Lo conoce?
No lo conozco personalmente, pero me encantó verlo. Hizo un carrerón espectacular con unos 400 metros finales muy rápidos. Conozco a Said Mechaal, que quedó tercero y es de nuestro club. Fue una carrera muy táctica, y se decidió en un final épico de Abdessamad. 

¿Sigues entrenando?

Sí, bueno, no lo llamo entrenar. Salgo a correr cuatro veces por semana y cada día me siento mejor, físicamente y en mi salud. 

¿Volverás a intentar el maratón?

Totalmente, será en Sevilla, en febrero del año que viene. Empecé en Sevilla y ahí la tendré que acabar. Todo llegó por la cabezonería de Abel (Antón) y Martín (Fiz) –también ex atletas- que me convencieron de que debía volver a correr.