Ferran Torres, el eterno incombustible del CBT

Baloncesto. Sólo cinco días después de su reincorporación al CB Tarragona fue decisivo en la victoria del equipo en Villarrobledo

12 octubre 2020 19:38 | Actualizado a 13 octubre 2020 21:37
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Berni Álvarez y los dirigentes del CB Tarragona deben reinventarse cada verano para encontrar una propuesta seductora y convencer a Ferran Torres (Hospitalet de l’Infant, 1988) para que vista de azulado un curso más. Es así desde hace tiempo y, de momento, el pívot ha terminado aceptando el reto. También en este ocasión, con el regreso del CBT a la categoría LEB. Berni conoce al milímetro el baloncesto que puede ofrecer Ferran y su jerarquía dentro del grupo. En el club es una eminencia, candidato serio a ver colgada su zamarra en el techo de El Serrallo más pronto que tarde. 

El Tiburón, tal y como se le conoce en la Tarragona baloncestística, había decidido esta vez continuar su vínculo con el juego en categorías menos exigentes, en algún club provincial cercano a su l’Hospitalet de l’Infant, donde reside y donde ejerce su profesión laboral como pintor.

Esas intenciones quedaron de nuevo paralizadas después de que el CBT volviera a activar la maquinaria para convencerle. El club oficializó su renovación el lunes 5 de noviembre. Completó cuatro entrenamientos y el sábado 10 se vistió de corto para formar parte del plantel que se estrenó en la LEB Plata, concretamente en la pista del Ventero de Villarrobledo. 

 

A pesar de la falta de rodaje, Torres completó una actuación asombrosa. La inactividad no le pesó. Experto, con un millar de cicatrices a sus espaldas, suplió esa las limitaciones físicas, con una excelente lectura del juego dentro de la zona. Los registros del pívot hablan solos; 23 minutos, 13 puntos y seis rebotes. 18 de valoración total. Eso sí, el jugador hace autocrítica sobre su partido. «Creo que los números pueden engañar un poco, porque físicamente todavía me falta ritmo de juego. No me sentí del todo a gusto».

El interior exhibió de nuevo un valor que no todos los jugadores pueden ofrecer; capacidad para asumir responsabilidades en los instantes decisivos. Anotó un 2 más uno definitivo en la recta final del envite ante el Ventero. El CBT terminó imponiéndose por 65-70. 
«En líneas generales, al equipo lo vi muy bien, nos ayudamos mucho cuando llegaron los momentos importantes del partido y supimos sacarlo hacia adelante. Me da muy buenas sensaciones esta plantilla y todavía falta una pieza», confirma.

El matrimonio deportivo que han formado Berni Álvarez y Ferran Torres en la época moderna del CBT es uno de los argumentos del éxito del club y más en tiempos de escasez económica, en los que la entidad de El Serrallo ha evitado las operaciones rimbombantes en fichajes. Torres se convirtió en el sostén del CBT del ascenso a LEB Plata y ahora desea colaborar, como mínimo, en la permanencia en la nueva categoría, compleja, con rivales que manejan presupuestos abundantes.

En su primera aparición, sin la plenitud física, el Tiburón ya se apoderó de un papel relevante en el equipo y demostró que puede seguir aportando fundamentos decisivos al juego. Para el CBT es el eterno incombustible.

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