Figuras que dejaron huella en los Juegos Mediterráneos

Tarragona aspira a reunir a un buen elenco de estrellas durante los Juegos Mediterráneos que organizará en 2018. Las federaciones españolas están comprometidas a traer hasta la ciudad a los mejores deportistas y equipos posibles de sus modalidades, siempre que los calendarios deportivos se lo permitan, al ejercer como anfitriones del evento.

A lo largo de la historia varias de las más grandes figuras del deporte español han tomado parte en la competición mediterránea, desde que arrancara en el año 1951 en Alejandría (Egipto), y en muchos casos se han colgado el oro.

El primer gran mito fue el gimnasta barcelonés Joaquim Blume, quien en la segunda edición de los Juegos, en 1955 en Barcelona, con 23 años, fue capaz de conquistar seis títulos (concurso completo, caballo con arcos, anillas, barra fija, suelo y paralelas) y un bronce (salto de potro) en las siete pruebas en las que compitió. La magnitud de su actuación fue tal que sus victorias supusieron la mitad de las doce que logró el equipo español, tercero en el medallero final.

Otros magníficos gimnastas siguieron los éxitos de Blume. En especial la madrileña Laura Muñoz, nombrada como la reina de Casablanca en 1983 después de convertirse en la primera española en obtener una puntuación de diez en una competición oficial y sumar cinco medallas con sólo 13 años: tres oros (individual, equipos y barra de equilibrio), una de plata (paralelas asimétricas) y un bronce (salto). Aunque fue cuatro años después, en Latakia’87, donde se consolidaría definitivamente en el panorama internacional al obtener cinco oros más (individual, equipos, salto, tierra y paralelas asimétricas).

También cinco títulos en unos mismos Juegos obtuvo la madrileña Eva Rueda –en Atenas’91 en salto, asimétricas, barra de equilibrio, suelo y por equipos- y cuatro Rafa Martínez en Almería’2005 (individual, equipos, suelo y barra fija y un bronce en paralelas).

Es sin embargo un reusense, el nadador Santi Esteva, quien tiene el honor de contar con los mejores resultados en la historia de los Juegos Mediterráneos, con doce medallas: en Argel’75 sumó cuatro oros en los 100 y 200 metros espalda, los 200 estilos y los 4x100 estilos, y fue plata en los 4x100 y los 4x200 libres. Botín que unió a sus dos títulos de campeón en Esmirna’71 en los 4x100 libres y 4x100 estilos y sus platas en los 100 y 200 espalda y los 4x200 libres y un bronce en los 400 metros libres. En total seis oros, cinco platas y un bronce.

Destacan igualmente los nadadores David López Zubero, también con 12 medallas, pero en tres Juegos (Argel’75, Split’79 y Casablanca’83) y con un oro menos que Esteva, cinco en total; Laura Roca, con siete metales entre Túnez’2001 y Bari’97); Aschwin Wildeboer, con cuatro oros en Pescara’2009; y la rusa nacionalizada Nina Zhivanevskaia, con tres oros en Túnez’2001. Mireia Belmonte, en cambio, sólo pudo ser doble plata en la cita de Pescara’2009.

También algunos de los mejores tenistas españoles de la historia han brillado. En Túnez’67 la gran figura fue Manolo Santana, oro en individual y dobles (junto a José Luis Arilla); Manolo Orantes, oro en individual y dobles en Esmirna’1971 además de ser plata en dobles en Túnez’1967. Sin olvidar a Conchita Martínez, oro en Latakia’1987 con sólo 14 años; o Roberto Bautista, campeón en Pescara’2009.

Han triunfado asimismo en los Juegos Mediterráneos otras leyendas como el golfista José María Olazábal, oro en Casablanca’83; los regatistas José Luis Doreste, campeona en la clase Finn en Split’79, y Theresa Zabell, vencedora en 470 en Llenguadoc-Rosselló’93; el pistard José Manuel Moreno, doble oro en Atenas’91 (velocidad y kilómetro contrarreloj); la judoca Isabel Fernández, primera en Almería‘2005; futbolistas como Jordi Alba (Barça), oro en Pescara’2009 junto a Ander Herrera (Manchester United), entre otros.

Entre las estrellas que triunfaron en Mersin’2013 figuran la haltera Lidia Valentín, doble oro en arrancada (120 kg.) y dos tiempos (145 kg.) o el piragüista Saúl Craviotto, oro en K-200.