Fútbol y malabares

Muchos clubes de la territorial, que cuentan con pocas ayudas para subsistir, ven escaso el apoyo económico que reciben cada temporada

23 abril 2019 09:21 | Actualizado a 24 abril 2019 08:21
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En Tarragona varios equipos compiten en Tercera y Cuarta. Para éstos, que cuentan con los recursos justos para seguir y necesitan apoyos suficientes para hacerlo, la preocupación por su situación económica es un factor que se presenta puntual al inicio de cada temporada, fiable como un reloj suizo, y les obliga a hacer malabares que permitan mantener un equilibrio constante entre la seguridad financiera y la deportiva.

Ramon López, presidente del Cultural Bonavista, lamenta las limitaciones con las que tiene que lidiar el club desde que el ayuntamiento comenzó a gestionar el campo y los verdiblancos dejaron de generar beneficios por las entradas y el bar del recinto. 

Ellos, que se enfrentan a la posibilidad de ascender de categoría, tienen que decidir ahora si es viable hacerlo debido a un ajustado presupuesto que no les da margen de maniobra: deben encontrar patrocinadores para poder pensar en ser equipo de Segunda Catalana.

No es muy distinta la situación del Icomar, que pese a encontrarse en números negativos sigue tratando de apretarse el cinturón y tirar el proyecto adelante: «Aquí no cobra nadie, trabajamos gratis y los jugadores hacen lo que pueden», cuenta Eloy Gili, tesorero de la entidad. «Este año hemos recibido la ayuda del ayuntamiento del ejercicio anterior, y aunque nos ayuda, se trata de un porcentaje mínimo del coste real de mantener un equipo amateur».

Falta de apoyo
El Icomar está también a las puertas de un ascenso y, como el Cultural, deberá decidir al término de la campaña si tiene los recursos necesarios para subir. Algunas entidades critican la falta de apoyo recibida por parte de la Federació, que según varios clubes no se centra lo suficiente en los equipos de categorías territoriales. 

Aunque lo que los detractores de la contribución de la FCF en el fútbol regional echan de menos son subvenciones que les permitan subsistir más cómodamente, desde el órgano catalán hay puestos en marcha varios mecanismos para hacer más fácil la vida de estos conjuntos, como una pequeña ayuda en los costes arbitrales y el descuento de las fichas para jugadores jóvenes.

María Bautista, tesorera del Atlètic Campclar, cuenta que las cuotas que abonan los jugadores de las categorías inferiores pagan los gastos de las mismas, mientras que el amateur sigue funcionando año tras año pese a no recibir apoyos: «Hace años que no recibimos subvenciones y, cuando lo hemos hecho, han sido mínimas», explica. «Gran parte de nuestros jugadores juegan sin cobrar. Algunos lo hacen, porque es necesario para mantenernos en una categoría como Tercera».

Llama la atención que la otra cara de la moneda se encuentre a pocos kilómetros de distancia. La UD  España Canonja, de la cual es secretario Antonio Reyes, solo tiene buenas palabras para el consistorio de la localidad: «Recibimos ayudas del ayuntamiento, y estamos muy contentos tanto nosotros con ellos como ellos con nosotros.

Podemos mantenernos con su subvención, junto con el apoyo de algún patrocinador», explica Reyes. En El Catllar, donde el equipo compite en Segunda Catalana y está cerca de la promoción de ascenso, las sensaciones en este sentido son también positivas, y es que el club, que contaba con una deuda de 55.000 euros en 2016, la ha reducido hasta los 13.000 gracias a la gestión de la nueva junta y al apoyo del ayuntamiento del municipio: «Recibimos una importante ayuda municipal, y con ella y lo que recibimos de nuestros socios estamos trabajando para sanear las cuentas del club», explica Xavier Roch, presidente.

Esta ayuda municipal, que recibe de forma íntegra un solo club, equivale casi a la mitad del presupuesto con el que contaba el ayuntamiento de Tarragona para todas las entidades deportivas durante el ejercicio de 2017.

El ayuntamiento tarraconense, sin embargo, ha estado trabajando para potenciar las entidades y jugadores de la ciudad, y lo ha hecho con un aumento considerable del presupuesto: el consistorio dobló el dinero que destina a las subvenciones de los clubes en 2018, por lo que da cabida con más de 100.000 euros a todos aquellos que hasta ahora han visto su apoyo como insuficiente. Es importante saber también que este tipo de subvenciones nacen de convocatorias abiertas.

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