Gemma Rosell, lista para debutar en la Baja Aragón

La piloto de La Riera de Gaià competirá por primera vez en la prueba aragonesa de raids dentro de la categoría Open

18 julio 2018 15:35 | Actualizado a 18 julio 2018 15:52
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Gemma Rosell no solo es piloto amateur sino que también es empresaria y madre de 5 hijos. En su palmarés no solo cuenta con varias participaciones en carreras de enduro amateur, sino que también ha participado en ciertas ediciones de algunas de las carreras más duras del mundo a pie y BTT: Ruta BTT Costa Rica, Titan Desert (Marruecos), ironman, una ultratrail de 100km a pie…

Este será su primer rally raid y la prueba más dura a la que se haya enfrentado hasta la fecha: tres días de acción a toda velocidad por caminos y pistas de Aragón que pondrán a prueba a pilotos y máquinas dentro de sus cuatro categorías (motos, coches, quads y camiones). 

La Baja, estrenada a finales del siglo pasado, es una de las pruebas puntuables para el mundial de Rallies y el mundial de Bajas. Se trata de una carrera de gran relevancia en Europa por el escenario idílico en el que se presenta y porque sirve, en muchas ocasiones, como preparación para el Dakar para algunos pilotos, la prueba por excelencia de esta disciplina.

Gemma la afronta «con ganas» pero a la vez es consciente del riesgo de la prueba: «Quizás tenga que contratar un nuevo seguro de mi vida para que, si me pasa algo, a mi familia le quede un buen pico», bromea Rosell.  Dada la dificultad de la prueba, su objetivo principal es «llegar a meta». 

Gemma comenzó a ir en moto hace tan solo dos años gracias a su marido Josep Maria: «Él siempre había hecho enduro e incluso ha corrido dos veces la Baja. Al principio entrenaba en un circuito local pero me fui aficionando y aumentando el nivel», apunta.

Hasta entonces, había participado en multitud de competiciones de BTT y a pie pero le necesidad de «un reto nuevo» ha inclinado la balanza hacia las motos y ya ha participado en alguna carrera de enduro como Las Merindades (Burgos) o la Bassella Race (Lleida).
 

En su día a día, trabaja en la industria cárnica de embutidos de más de 130 años de antigüedad que posee en la Riera de Gaià, dirige una franquicia de Pedals del Císter y Pedals del Priorat y, además, es una atareada madre de cinco hijos. «Es bastante estresante poder compaginar el trabajo, cuidar de mis hijos y salir a entrenar para preparar la Baja», confiesa. A pesar de que alguno de sus hijos ha cometido en campeonatos junior, han acabado optando por deportes de equipo como el fútbol o el baloncesto. 


Cuando el Club Aventura Touareg le propuso participar en esta edición con una KTM 450 Rally con los gastos pagados no lo dudó «ni un minuto» y se puso manos a la obra con los entrenos físicos orientados al pilotaje. No obstante, en un día en la vida de Gemma el tiempo es oro y escaso, por eso intenta ganarle todas las horas que puede.

«Ahora estoy saliendo más a correr, apenas necesitas hora y media para completar un buen entrenamiento mientras que la bici requiere más horas y kilómetros», afirma. 

La moto que llevará en la Baja es totalmente distinta a su 250cc dos tiempos con la que ha corrido hasta ahora: el carenado es mucho más grande para poder incluir el route-book, cuenta con dos depósitos aumentando considerablemente el peso y tiene mayor potencia (unos 70cv).

Con el objetivo de «entender mejor la moto», las semanas antes de la prueba ha estado saliendo por las tardes después de terminar su jornada laboral «completando entre 100km y 200km» por caminos y pistas de pueblos de la zona.

Acabar la Baja es el objetivo a corto plazo, eso está claro, pero en un futuro «estaría encantada de participar en el Dakar». A pesar de sus ganas, el principal problema es el presupuesto, ya que se necesitan como mínimo 100.000€ para poder participar en la prueba. Para llegar a dicha cifra necesitaría una masiva llegada de patrocinadores que ayudasen a llenar la hucha del Dakar.

No obstante, eso no es suficiente porque para tomar parte de la carrera es conditio sine qua non haber puntuado en algún otro rally internacional como el de Cerdeña  o el Merzouga, lo que supone más gasto y más tiempo de entrenamiento. Pese a ello, seguirá luchando por su sueño. 

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