Gerard Oliva, la metralleta vuelve a disparar

Oliva dio mejores sensaciones y marcó el primer gol de la remontada grana

19 noviembre 2020 11:10 | Actualizado a 22 noviembre 2020 10:51
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Gerard Oliva es el ‘9’ del Nàstic y de eso no existen dudas. En el pasado verano se hizo una apuesta total por el delantero de Riudecanyes. Directiva, dirección deportiva y cuerpo técnico coincidían en que el tarraconense era el jugador ideal para liderar el ataque. Su comportamiento y su rendimiento en los últimos meses del curso pasado eran los dos argumentos más sólidos para defender esta postura. No hubo problemas para ampliar la vinculación, puesto que jugador y entidad coincidían que lo mejor era seguir caminando de la mano.

El Nàstic está ante una temporada clave para su futuro inmediato. Necesita como mínimo ascender a la Segunda División B Pro y por ello el margen de error es mínimo. Los jugadores son conscientes de este contexto y por ello trabajan diariamente con el objetivo de no defraudar. Gerard Oliva es uno de esos futbolistas a los que los años le han dado la madurez necesaria para ser un absoluto profesional. Su obsesión por estar bien físicamente es evidente. Sabe que necesita estar a tope para ofrecer un rendimiento excelente.

El de Riudecanyes aprovechó el confinamiento y la finalización prematura de la temporada pasada para mejorar su condición física. Los problemas de rodilla ya eran pasado y quería alcanzar un nivel físico por encima de lo común. Su juego exige cuerpeo y desgaste y para ello debe estar en plena forma. Para ello no dudó en apostar por ponerse bajo las órdenes de un preparador físico al que conoció en su época en Cracovia, Konrad Wieczorek. Durante los meses de confinamiento se preparó a consciencia en Riudecanyes. El objetivo era comenzar la pretemporada con el Nàstic en un estado de forma pletórico.

Los entrenamientos dieron resultado y Gerard Oliva llegó a la pretemporada con un nivel físico extraordinario. Su porcentaje de grasa fue el menor de toda la plantilla y la ‘metralleta de Riudecanyes’ estaba totalmente lista para descargar balas en forma de goles en la nueva temporada. Sin embargo, en el fútbol no todo sale como uno tiene pensado. El jugador tarraconense sufrió una serie de problemas estomacales que frenaron en seco su progresión al hacerle perder hasta 5 kilos de peso y dejarle hasta 10 días sin poder entrenar.

El tarraconense se perdió un par de partidos de pretemporada y de repente sintió que su estado de forma ya no era pletórico. Tocaba volver a trabajar de nuevo e intentar ponerse a tono para poder sacar a relucir su mejor fútbol. Lo hizo siempre bajo la confianza de Toni Seligrat que le considera su delantero titular y así se lo ha demostrado con hechos y palabras en lo que llevamos de temporada.

Autocrítica en público

El ariete ha sido titular en todos los partidos de liga. Su comienzo de temporada no fue sencillo y ni el gol conseguido ante el Badalona le sirvió para estar satisfecho con su rendimiento. Oliva siempre se exige más.

Así lo expresó en los micrófonos de Tarragona Radio en los que dio una lección de autocrítica. Parte de la afición agradeció sus palabras y alabó sus declaraciones. Ante el Andorra, Oliva consiguió el gol que tanto andaba buscando.

Una diana que inició la remontada y que llenó de confianza al de Riudecanyes que anotó su segundo gol en lo que va de curso. No son números excelentes, pero si Oliva ya suma dos goles en cinco partidos sin haber estado a un gran nivel, ¿cuál puede ser su techo si continua con la progresión que se le vislumbra?

El delantero de Riudecanyes es consciente de que al delantero en el fútbol se le exigen goles y lo demás poco importa. Quiere más y vislumbra la cifra de 15 tantos como su objetivo. Le quedan 13 o 12+1 como dirían los supersticiosos.

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