Guillem Segú, con el viento a favor

El reusense, de 15 años, es el campeón de Catalunya y España sub17 en Techno 293 . Su trayectoria le ha catapultado hasta el programa Tokyo'2020

19 mayo 2017 16:29 | Actualizado a 01 octubre 2018 16:21
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A Guillem Segú (Reus, 2001) le encantaba hacer castillos en la arena de bebé. Rodeado de su cubo, pala y rastrillo de llamativos colores, disfrutaba de aquellos inolvidables fines de semana veraniegos en la playa de Cambrils. Su madre, Montse, le animaba a excavar junto a la orilla; a levantar esas efímeras construcciones que las olas acababan deshaciendo por arte de magia; también pasaba unos buenos ratos con él su padre, Guillem, hasta que desaparecía mar adentro subido a su inseparable windsurf.

Aquella tabla y su vela, que tan celosamente mantenía guardada en el viejo local del Reus Club de Mar, frente al paseo marítimo de Vilafortuny, eran uno de sus grandes placeres los sábados y domingos.

El pequeño Guillem observaba con admiración aquella tabla que su progenitor había adquirido de segunda mano, procedente nada menos que de los Juegos Olímpicos de Los Angeles de 1984.

Soñaba con subirse a ella algún día para experimentar en sus propias carnes la inigualable sensación de deslizarse sobre el mar, de la que su padre hablaba mil maravillas. Lo consiguió con ocho años, cuando su cuerpo ya era capaz de dominar la tabla. Desde entonces, jamás se ha desenganchado de ella.

Tal fue su afición por el windsurf que sus padres decidieron llevarle al Club Nàutic de L’Hospitalet-Vandellós para que se formase como regatista. Allí le esperaba Toni Colomar. El balear, cuatro veces campeón mundial, empezó a guiar sus pasos.

No les ha ido nada mal juntos, ahora en el Nàutic Salou. Desde los 11 años Guillem Segú ha sumado cinco títulos de Catalunya consecutivos. Y cerró 2016 de la mejor forma posible: obtuvo los títulos autonómico, de España y de la Copa España en la clase Techno 293 (tablas de windsurf con una vela de 7,8 metros cuadrados). También acudió al Europeo (Sport, Polonia) y al Mundial (Lago de Garda, Italia) integrado en el grupo oro, el que congrega a los mejores.

Un botín espectacular que espera mejorar este año, en su última temporada en la categoría sub17 (será por tanto de los mayores por edad). Su mirada está puesta sin lugar a dudas en el Mundial de la especialidad que organizará en octubre el Club Nàutic Salou, donde el viento de la Costa Daurada que tan bien conoce jugarán a su favor.

A la espera de ese gran evento su trayectoria le ha llevado ya a figurar en el programa Tokyo’2020 que prepara a los más jóvenes regatistas con opciones de clasificarse para los Juegos Olímpicos en RSX, la clase inmediatamente superior y única olímpica en windsurf (con velas en este caso de 8,5 metros cuadrados).

Complicidad

Un proyecto en el que figuran también Nico Forés (Tarragona, 2000) y Ferran Jurado (Cambrils, 2001). Ambos son, como Guillem, discípulos de Toni Colomar y compañeros suyos en el Club Nàutic Salou, que ha apostado de forma contundente por el windsurf.

En el club salouense todos son facilidades para el regatista reusense. También en el colegio Pare Manyanet, donde está finalizando sus estudios de ESO. Sin la complicidad de los profesores para flexibilizar sus horarios y aplazar sus exámenes en épocas de competición Guillem no podría desplazarse ni tomar parte en los campeonatos.

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