Guzzo está de vuelta

Su nombre sonó en el mercado de invierno para cambiar de aires, después de una primera parte de temporada algo irregular. Raphael Guzzo, una apuesta de futuro llena de proyección y buenas maneras, no acababa de cuajar en los esquemas del entrenador Natxo González. Había dejado, eso sí, algunos destellos en medio de tanta intermitencia, asideros para la esperanza.

Para el recuerdo quedaba aquel estreno magistral, precisamente contra el Oviedo, el último rival al que se acaba de medir el CF Reus, ahora en casa. En el mítico Tartiere, Guzzo, que había salido en la segunda parte en lo que era su debut rojinegro, se sacó de la chistera una falta con rosca que fue rematada al fondo de la red por Máyor. Fue en el minuto 95, cuando el partido ya moría. Contribuyó de forma decisiva a que los de la capital del Baix Camp firmaran un triunfo de enjundia en un escenario exigentísimo. Era la jornada 6 de Liga.

Luego su protagonismo se diluyó con el paso de las jornadas. Sí jugó en los partidos siguientes, ante el Rayo Vallecano o el Tenerife, siempre saliendo desde el banquillo, ahondando en ese rol de revulsivo eléctrico. Luego tuvo una aparición casi testimonial en la derrota en Alcorcón. Apenas jugó 15 minutos.

Este centrocampista creativo y habilidoso, nacido en Sao Paulo pero nacionalizado portugués, llegó desde el filial del Benfica a última hora del pasado mercado de verano. A pesar de su fulgurante estreno, se topó más tarde con la competencia del centro del campo en adelante, con compañeros más expertos, mejor asentados en el esquema.

Acabó la primera vuelta con sólo cuatro encuentros disputados, y siempre como suplente. Sin embargo, Guzzo, justo cuando más dudas le rondaban, cuando su continuidad en el equipo parecía en entredicho, ha vuelto con fuerza en esta segunda vuelta y ha recuperado la presencia en el ataque reusense a golpe de un rendimiento solvente.

Viene de disputar los dos últimos partidos como titular, ante el Cádiz y el Oviedo, saldados con sendos empates. Es la primera vez en toda la temporada que sale de inicio. Especialmente brillante estuvo ante los asturianos. Jugó un primer tiempo a gran nivel, donde tomó decisiones fáciles pero inteligentes y supo combinar con criterio. De sus botas nació la jugada que luego terminaría Ramon Folch con un disparo majestuoso que se acabó convirtiendo en el único gol del equipo en la contienda. Antes, también había jugado contra el Numancia, confirmando, por fin, que Guzzo está de regreso en esta segunda vuelta del campeonato.

En ese último pase de la mediapunta, su virtud a explotar, es donde el club le quiere. La entidad ha confiado en él, a pesar de ser uno de los futbolistas con menos minutos, lo que dio pie a que se especulara con una posible marcha a mitad de curso.

Sergi Parés, el director deportivo, rubricó en rueda de prensa la confianza en el luso: «Tiene mucha calidad. Debe adaptarse a la parte táctica y a su situación. Acabará funcionando, con tranquilidad». De momento, los hechos parece que le dan la razón. Guzzo, que tiene contrato hasta 2021, se pule a pasos agigantados. Su talento, hasta ahora disfrutado a cuentagotas, podrá gozarse ahora como una rutina más.