Isaac Cuenca: 'Me quedó la espinita del Reus'

Sendai, una ciudad del norte de Japón con más de un millón de habitantes, ha recibido con los brazos abiertos a Isaac Cuenca (Reus, 1991), que el pasado año se abrió camino en la J1 League, la primera división profesional del país. Lo hizo junto al delantero histórico Fernando Torres, en el Sagan Tosu, donde el reusense alcanzó una cifra razonable de goles, seis en total, y un excelente rendimiento. El Sagan Tosu cosechó la permanencia en la primera categoría, pero Cuenca había dado con  la tecla del mercado. Vio nuevos horizontes para el progreso y eligió el Vegalta Sendai, un club instalado en la zona media de la clasificación y con intenciones de mejorar prestaciones. En ese equipo coincide con Alexandre Guedes, el portugués que militó en el CF Reus en el curso 2014-15.

Durante la pretemporada, un problema en el menisco de la rodilla derecha, la que se operó hace unos años, le obligó a pasar por el quirófano y los plazos de recuperación no invitaban al optimismo en cuanto a su regreso. Se llegó a pensar en seis meses. El equipo del doctor Cugat, en Barcelona, le solucionó el problema, que quedó en menos gravedad de lo esperado. No había rotura de menisco, sólo una anomalía en sutura de la anterior operación. Sólo dos meses después, el reusense ya se encuentra en Sendai, trabajando con el resto de sus compañeros. Ya encara la última fase de la recuperación.

La pandemia del coronavirus también ha retrasado el regreso del campeonato japonés, que sólo ha podido disputar una jornada hasta el momento. De hecho, el Vegalta Sendai toma medidas minuciosas en los entrenamientos. Los jugadores se ejercitan en grupos de cuatro o cinco y por separado. «La mentalidad colectiva en Japón es increíble, siguen todas las medidas con mucha disciplina», refleja Isaac.

El descubrimiento japonés del extremo de Reus ha resultado fascinante. Se encuentra totalmente adaptado al país y su cultura le ha atrapado. «En Sendai hace mucho frío, pero la ciudad está muy bien. Aquí la gente es muy respetuosa, puedes ir tranquilamente por la calle. Te saludan con mucha educación y ya está. Sinceramente el país me ha sorprendido mucho. Todo en positivo, no lo esperaba».

Seriedad profesional
Uno de los distintivos de los clubs japonenses tiene que ver con su profesionalidad extrema. Se preocupan de todos los detalles para que los futbolistas que aterrizan en la entidad se sientan como en casa. A Cuenca incluso pueden llevarle la comida hasta su propio hogar. «Nada más llegar ya tenían preparados siete u ocho pisos para que pudiera elegir y me dieron un coche. Los entrenamientos son muy serios y luego nos quedamos a comer todos juntos», explica el reusense.

Isaac emigró a Japón durante el mes de enero de 2019, justo cuando se confirmó la expulsión del CF Reus de Segunda División por sus problemas económicos. Su intento de fichar por el club rojinegro, donde él se formó como canterano, quedó en nada y necesitó salir al extranjero. «Me quedó la espinita del Reus, porque quería quedarme en el equipo de mi ciudad», recuerda. 

Cuenca había realizado la pre-época con el resto de sus excompañeros y su incorporación quedó pendiente de su propia valoración. «En los entrenamientos me di cuenta de que había un equipazo. Si hubiéramos podido estar todos, creo que hubiéramos disfrutado mucho. Decidí quedarme porque había un gran equipo, pero no pudo ser».
Aquella historia que pudo ser y no fue ya ha quedado atrás para el extremo, que intentará corresponder a sus nuevos hinchas, los del Vegalta Sendai, con el mejor nivel juego posible. El regreso de Cuenca al verde, más cerca que nunca.