Ismael Moyano, eminencia de Segunda B

El central del Badalona rival del Nàstic este domingo (17.00 h), es uno de los diez jugadores con más partidos en el bronce (506 partidos)

07 noviembre 2019 19:40 | Actualizado a 11 noviembre 2019 12:42
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Ismael Moyano (Mollet del Vallés, 36 años) es toda una eminencia en Segunda B. Sus 506 partidos le sitúan en el top-10 de jugadores con más partidos en la categoría de bronce. Junto con su compañero el portero Morales y Curro, en el Mérida, los únicos de ese listado de diez leyendas del tercer escalón del fútbol estatal, que todavía están en activo.

Toda la vida deportiva de Moyano, sus 17 años de carrera futbolística, han transcurrida en esta categoría «dura», como él mismo define. Una división que democratiza el fútbol. Aquí nadie está por encima de nadie. Porque estadios como el Municipal de Badalona, que visitará el Nàstic este domingo (17.00 horas) no entiende de privilegiados y currantes del fútbol. «Es una división que te obliga a adaptarte a todo tipo de circunstancias. Terrenos, dimensiones, estilos de juego o equipos que igual es un ‘coco’ recién descendido como el Nàstic o un recién ascendido como el Llagostera», apunta Ismael Moyano. Una mezcla explosiva que no concede respiro. Ni al que trata de eludir el descenso ni el que busca desesperadamente recuperar la categoría perdida.

El Nàstic no es el primer ‘grande’ que el central catalán se cruza en su camino. Han sido muchos los que se han embarcado en el desafío de subir doce meses después de bajar. Pocos lo han logrado. Precisamente esa prisa por volver al fútbol profesional es, según Moyano, «el mayor error de los equipos que bajan». La categoría requiere adaptación y más si como ocurre en la mayoría de los casos el descenso viene acompañado de un nuevo proyecto. Entrenador nuevo, plantilla remodelada, escenarios diferentes, etc. Unos ingredientes que requieren «paciencia», para obtener un buen cocido.

Habla con conocimiento de causa. En esos 17 años de bronce ha disputado siete play-off y solo ha logrado ascender en una ocasión. A unos kilómetros de Tarragona. En Reus, Moyano tocó la gloria formando parte del núcleo duro de Natxo González en la temporada 2015/16. El central tiene claro cuál fue la clave de ese éxito y que suele repetirse: el bloque. «El club mantuvo el equipo del año anterior, formado por futbolistas contrastados en la categoría, y añadió unos retoques para mejorarlo. Y luego destacó el grupo humano, la unión que se generó en los duros momentos que pasamos por los impagos fue vital para certificar el ascenso», explica. Un logro que no pudo saborear puesto que el club reusense prescindió de sus servicios. Tampoco ningún otro director deportivo de Segunda División posó los ojos en él. «Si hubiera subido alguna otra de las siete veces que hice play-off quizás hubiera sido diferente, pero no me quejo. 17 años en Segunda B son muchos». En el Baix Camp, Moyano conoció a Xavi Bartolo, que entonces era preparador físico en el cuerpo técnico de Natxo González. El defensa destaca su «carácter metódico» en su parcela. Ya entonces tuvo la impresión de que «iba a ser entrenador».

El Badalona no ha tenido un buen inicio de liga. Es colista y ya ha jugado la baza del cambio de entrenador. Juanma Pons comenzó el curso con apenas cuatro futbolistas del equipo que el curso pasado anduvo por la zona de play-off. La nueva plantilla no acabó de coger la exposición de conceptos del técnico y la entidad aplicó la solución habitual en este tipo de situaciones. Destituyó al entrenador y llegó Manolo González. «Paso a paso va implantando sus ideas pero tenemos un déficit muy grande», señala Moyano. Sobre el Nàstic, el central destaca que es un «mega-equipo con un potencial enorme pero que no acaba de arrancar. Es un gigante dormido y esperemos que no despierte esta jornada».

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