Iván Cervantes estaba prácticamente descartado para la primera cita del Campeonato de España de enduro, prevista para este domingo en Puerto Lumbreras, cuando el pasado 28 de enero se vio obligado a pasar por el quirófano para ser intervenido de una fractura de los tendones supraespinoso e infraespinoso de su hombro derecho, lesión que se produjo mientras entrenaba.
Pero el cambrilense, cinco veces campeón mundial de enduro, es tan competitivo que decidió tomar parte en la cita el mismo día de la carrera. Para probarse y para tratar de sumar unos puntos que sabía podían ser valiosísimos para la suerte final del campeonato. Y no le fue nada mal, al concluir tercero en E-3 -por detrás de Jonhatan Barragán y de Antoine Basset- y undécimo en la general scratch.
«Haber conseguido acabar y, además, subir al podio, se puede considerar un regalo divino teniendo en cuenta que sólo dos días atrás era incapaz de montar en moto», aseguraba ayer Cervantes, que casi no puede levantarlo el brazo derecho, de modo que cualquier movimiento se complica mucho. A finales de mes espera estar ya en disposición de disputar de tú a tú con sus rivales la segunda prueba del estatal en Vinarós.