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El baloncesto provincial, y en especial la familia del Club Bàsquet Tarragona, llora la muerte de Jesús Sanjosé. El histórico entrenador falleció anoche a los 64 años de edad, tras una enfermedad que le habían diagnosticado tan sólo hace unas semanas.
Sanjosé fue, en 1978, uno de los 20 socios fundadores del CBT, club al que había llegado procedente del Nàstic, donde había jugado e iniciado sus pasos como técnico.
Fue sin embargo en la entidad azulada donde destacó desde el banquillo en las varias etapas en las que estuvo al frente del primer equipo absoluto masculino. De hecho fue el primer entrenador que tuvo el CBT en la temporada 1978-79 (y en la 1979-80). Volvió a entrenarlo de la 1981-82 a la 1984-85, mientras que en la 1985-86 se hizo cargo del equipo femenino.
Sus mejores temporadas llegaron a partir de entonces, de nuevo con los chicos, a los que dirigió otra vez a partir de la campaña 1986-87. Logró el ascenso a Segunda División en la 1987-88. Y estuvo al frente del equipo también en las recordadas fases a 1ª B: la de Cáceres (1991) y la de Gandia(1992), donde el CBT ascendió con aquella plantilla de la que formaban parte jugadores como Berni Alvarez (hoy entrenador del primer equipo del CBT);Jordi Tombas, Paco Borrell, Miguel Anton, Xavi Puig, Jordi y Edu Canals, Jaume Andrés, José Martínez y Eduard Bonet.
Tras aquel ascenso Sanjosé también dirigió al CBT en la histórica campaña 1992-93 en la que el club contó por vez primera con una plantilla profesionalizada y con un jugador extranjero, el añorado Mitch Smith. Siguió un año más, hasta la 1993-94.
«Además de una bellísima persona fue de los primeros entrenadores que preparaban a fondo los partidos y conocía con exactitud cómo jugaban los rivales», recordaba anoche el ex presidente del CBT, XaviMas, quien le guardaba también especial cariño porque «fue el entrenador que me hizo debutar y quien me retiró».
A posteriori, Valls y Reus Deportiu fueron otros de los equipos de Sanjosé, que en la actualidad ejercía como jefe de administración del Patronat Municipal d’Esports de Tarragona, donde llevaba más de dos décadas trabajando. Había renunciado a jubilarse para seguir hasta los Juegos Mediterráneos que la ciudad organizará en 2017.
