Jorge Miramón, el hombre que lee a Lechowski

El lateral del Reus, que apura sus vacaciones en Estados Unidos, es un ferviente lector durante los viajes. En 2001 superó un gravísimo accidente de bici que pudo costarle la vida en el Pirineo Aragonés

03 julio 2017 15:12 | Actualizado a 03 julio 2017 15:25
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‘El arte de desamar’ de Rafael Lechowski ha amenizado los viajes de Jorge Miramón (Zaragoza, 1989) en su primera aventura vestido de rojinegro. Ha calado el aragonés en el vestuario, con su talante siempre conciliador. Se le ve como un tipo de bien, sin escondites venenosos en su rostro. Jorge suele utilizar la lectura para desconectar en esos traslados que el Reus realiza a través de la península. Para él se convierte en una excelente forma de evadirse de la presión resultadista a la que se someten los futbolistas cada fin de semana. 

El polifacético Lechowski, de nacionalidad polaca, aunque de raíces españolas, le ha atrapado en esos ratos de silencio y paz. Lechowski, además de escribir, se dedica a rapear y a producir música con una naturalidad asombrosa. 
Probablemente, Jorge Miramón vivió el instante cumbre de su carrera en la ciudad de Leganés, fronteriza con Madrid, al suroeste de la capital. En junio de 2016 campeonó un ascenso a Primera que desde chico, en su almohada más personal, había soñado. En el club blanquiazul aportó 22 apariciones y un gol. Eso sí, no le valió para prorrogar el contrato. Fue entonces cuando el Reus se cruzó en su vida deportiva y personal, porque la ciudad le ha marcado. Su compañera sentimental, Sara, se ha adaptado a las mil maravillas a las costumbres ganxets. La reciente renovación del aragonés responde, además de a un rendimiento muy acorde, al confort que le ha otorgado Reus.


El accidente que le marcó
Jorge no olvidará jamás un accidente que amenazó su integridad en 2001, en época vacacional. El rojinegro se había dirigido con su bicicleta al Cañón del Añisclo, en pleno Pirineo Aragonés. La caída fracturó su cabeza, en la que hoy conserva una placa después de la operación de urgencia a la que necesitó acudir. Una señora, que pasaba por la zona y médico de oficio, logró salvar la vida de Miramón. Contactó con una ambulancia y el futbolista fue evacuado del Añisclo en helicóptero.  Desde entonces, Jorge, disfruta de cada segundo de su existencia. En más de una ocasión se ha sincerado. «Después de aquello, para mí la vida es un regalo».
El repentino y sorprendente lateral derecho, aunque de hábitos centrocampistas, celebra el verano con un paseo de ocio por Estados Unidos junto a  su pareja, antes del regreso al oficio, el próximo lunes. También se encuentra en proceso de formación académica. Cursa un grado medio de informática, que compagina con el arte del balón.

En su Zaragoza natal, a la que visita siempre que hay tiempo libre, se graduó como jugador. En concreto, el Real Zaragoza le educó, aunque no se ha podido consagrar en la histórica Romareda. También pasó por el filial del Atlético, justo antes de hacer carrera en el Lleida, donde impulsó su tránsito deportivo en tres años inolvidables.
Jorge visitó también la selección nacional en sus categorías inferiores. Formó parte de la quinta de Azpilicueta, entre otras estrellas emergentes. La suya brilla en el Estadi.

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