Josep Calavera, el anhelo del Nou Estadi

Josep Calavera (Cabra del Camp, 1999) visita este domingo el Nou Estadi con el Castellón. Para el aficionado grana no es un nombre cualquiera. Se trata de un jugador al que disfrutó en las categorías inferiores del Nàstic. Sin embargo, no pudo hacerlo en el primer equipo, ya que Barça le reclutó en su tercer año de juvenil. No tuvo dudas en apostar la llegada de un mediocentro posicional que jugaba con la madurez y el talento que pocos poseen.

En el conjunto azulgrana conquistó una UEFA Youth League, pero en su primer año como amateur, se decidió que Lleida iba a ser su destino. Para Calavera no existe la presión o así parece cuando juega. Porque se marchó cedido al Lleida, uno de los conjuntos más míticos del grupo III y rindió sin sospechas desde un primer momento. «La verdad que la temporada pasada en Lleida fue de gran ayuda para mí. Pude jugar muchos partidos y pude coger mucha experiencia. Además tuve la suerte de coincidir con un vestuario muy bonito que me ayudó mucho», asegura el futbolista tarraconense.

Los números no engañan. Acumuló 24 partidos en su primera temporada en Segunda División B en un conjunto ilerdense que estuvo todo el curso pasado peleando por entrar en el play off de ascenso. Su descomunal año no convenció a un Barça con el que el jugador de Cabra del Camp decidió rescindir su contrato este pasado verano cuando todavía le restaba un año más de vinculación. «Fue un golpe duro porque me hubiese gustado estar allí este año y pelear por tener minutos aunque está claro que es el filial del mundo y donde podría haber aprendido mucho», expresa el mediocentro.

Cuando el nombre de Josep Calavera se sumergió en el mercado de agentes libres toda la Segunda División B reaccionó con esmero. Mediocentro, adaptado a la categoría, con ficha sub 23 y con una calidad y madurez más que contrastadas. No le fue difícil encontrar equipo al joven medio.

Su llegada al Nàstic se llegó a rumorear, pero con demasiada poca fuerza. Lo cierto es que el conjunto grana nunca estuvo interesado en sus servicios tal y como confirma el propio Calavera: «Es verdad que sonó mi nombre, pero realmente no hubo ni contactos ni nada». De hecho, Sergi Parés, director deportivo de la entidad tarraconense, reconocía ya con el mercado de verano cerrado que Calavera era un jugador de gran nivel, pero al que todavía le veía algo verde para defender la zamarra grana en el Nou Estadi.

A día de hoy, el Nàstic echa en falta un mediocentro posicional, ante el bajo nivel de Viti y la lesión de Javi Márquez, y Josep Calavera es un futbolista indiscutible en el Castellón que está manejando al equipo albinegro desde el doble pivote armado por Óscar Cano. Curiosidades del fútbol o llámenlo como quieran.

Deseo de jugar en el Nàstic

No se sabe si en el futuro Josep Calavera vestirá la camiseta grana. Por deseo del jugador es obvio que no será. «El Nàstic es el club de mi corazón, donde he crecido y el que yo siento. Está claro que algún día me gustaría volver y ojalá pueda jugar con la camiseta del Nàstic en el Nou Estadi», afirma el de Cabra del Camp.

De momento, en el Castellón todo son buenas noticias. Tanto a nivel personal como colectivo. «Hemos tenido suerte de que las cosas no están yendo de cara. Estoy muy feliz de estar aquí, el grupo me acogió muy bien y me han dado mucha confianza», explica el albinegro.

El Nuevo Estadio Castalia disfruta y ya comienza a venerar a un mediocentro posicional, asociativo y que siempre equilibra al equipo. Un jugador que con solo 20 años va camino de superar a final de temporada los 50 partidos en el grupo III de Segunda B. Un jugador que si cumple su progresión acabará recalando en el fútbol profesional. Un jugador al que la que fue, es y será su casa, el Nou Estadi, le recibirá con anhelo. Le tocará sufrirlo y no disfrutarlo.