'Juntos, como hermanos'

No existe voz más autorizada en el Reus que la de sus cuatro capitanes, Jesús Olmo, Vítor Silva, Edgar Hernández y Pichu Atienza, tipos que se han manchado en el barro cuando han llegado curvas y que también han saboreado de forma especial cada conquista. Conocen al milímetro cada rincón del club y en su nómina de méritos se encuentra el máximo compromiso por la causa. Menos Vítor, que se acostumbró a convivir con la élite en Portugal, gracias a sus prestaciones elegidas, Olmo, Edgar y Pichu disponen de rasgos comunes. Para sentir y gozar del fútbol profesional han necesitado un tránsito largo en el fútbol modesto, un lugar de escasos recursos y de máxima dificultad. De ahí que los tres valoren especialmente su presente en la élite profesional. 

Si algún hábito ha enseñado el Reus desde que inauguró su aventura por la Segunda División tiene que ver con el esfuerzo colectivo, ese luchar como hermanos que tanto ha distinguió al anterior equipo de Natxo González y al actual de Aritz López Garai. El Reus no responde al perfil de club con un millón de posibilidades y una tesorería derrochadora. Necesita hacerse fuerte en valores comunes, de equipo. De ahí sus éxitos. Este equipo no ha pisado la zona de descenso en dos años y se ha ganado el máximo respeto de los rivales. De ahí que, Olmo, Vítor, Edgar y Pichu lancen un mensaje hacia los hinchas de cara al partido del sábado en el Estadi. Una cita marcada con fluorescente en el calendario, de tintes decisivos para el Reus con respecto a su supervivencia en la categoría de plata. El Almería, un rival directo, se cruza en el camino.

Alejar los reproches
Con seis puntos de colchón sobre la zona de descenso, un triunfo en el Estadi, ante el Almería, significaría oro puro. Por eso, los cuatro capitanes han atendido al Diari para pedir a su gente que vuelva al Estadi, con ganas de disfrutar y de animar al equipo, porque la recompensa vale mucho la pena. Un último esfuerzo para asegurar el futuro y dar un salto de calidad en el fútbol profesional. “Juntos, como hermanos’ es el mensaje. Trasladar la forma de expresarse sobre el césped del equipo también a la grada. Un objetivo que jugadores y cuerpo técnico anhelan. Que los hinchas olviden los reproches y se dejen la garganta, mientras su equipo compite con el alma en el césped. No hace demasiado, la relación entre el Estadi y la plantilla resultaba casi idílica. Ha llegado el momento de recuperar valores.

Los cuatro comandan un vestuario totalmente consciente de su realidad y que en Vallecas ofreció motivos para creer con un partido de altura ante un rival que anda a dos pasos de la Primera División. Ante el Almería, en una situación de necesidad, el Reus precisará repetir los mismos argumentos que en Vallecas para sumar de tres y escapar con ventaja del abismo. Y necesita la voz del Estadi para hacerlo. El aliento indispensable, sobre todo en estos instantes de máxima presión. «Juntos, como hermanos» es el deseo de cuatro líderes que quieren un porvenir optimista en ese lugar que tanto ha costado conquistar.