Kristoff se impone en el accidentado inicio del Tour y es el primer líder

Ciclismo. Un caótico primer día de la gran vuelta francesa acabó con victoria del noruego de UAE Emirates

29 agosto 2020 16:16 | Actualizado a 29 agosto 2020 17:02
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 El noruego Alexander Kristoff (UAE Emirates) estrenó el maillot amarillo del Tour de Francia al imponerse al esprint en una caótica primera etapa marcada por innumerables caídas, que machacaron al pelotón de principio a fin, con algún favorito afectado, como el francés Thibaut Pinot. 

La última montonera, recién pasada la pancarta de 3 kilómetros a meta, filtró el esprint y dejó atrapados a varios corredores importantes, como el español Marc Soler y Pinot. 

Entre los que salvaron el pellejo se encontraba Kristoff y buen número de velocistas, pero fue el escandinavo quien alzó los brazos por delante del danés campeón del mundo Mads Pedersen (Trek) y del neerlandés Cees Bol (Sunweb). 

El pelotón llegó de la batalla con cuentagotas. Maillots destrozados, manos a las clavículas, como el español Rafa Valls. Los jueces marcaron a todos un tiempo de 3h.46.23 en el recorrido de 156 por los alrededores de Niza. 

Fue el regreso a la senda victoriosa de Kristoff, que no ganaba nada desde 2019. El corredor de Oslo cosechó la cuarta victoria en el Tour, especial porque le supuso el maillot amarillo que se enfundó en el podio con mascarilla. La lluvia, los nervios, carreteras estrechas, descensos peligrosos y la ansiedad del estreno fueron factores que se tradujeron en múltiples caídas. Un festival de accidentes sobre el asfalto mojado metieron el miedo en el cuerpo al pelotón. 

Mientras la fuga marcaba el paso con Grellier (Direct Energie), Schär (CCC Team) y Gautier (Vital Concept), los primeros aventureros del Tour 2020, en el pelotón se encadenaron los sobresaltos sin tregua.

El segundo paso por Rimiez desgastó la fuga, que se disolvió como un azucarillo en el kilómetro 98, momento en el que el pelotón decidió rodar a marcha moderada, a riesgo cero. El Jumbo Visma con Tony Martin de gestor, tomó cartas en el asunto. Algo había que hacer. Neutralizó la carrera a ritmo de paseo. Aún restaban 50 kilómetros para meta. 

Imposible mantener la tranquilidad en el estreno del Tour. El Astana dirigía las operaciones en un descenso cuando su líder, «Supermán» López, empezó a patinar hasta estrellarse de cabeza contra una cartel. Nada grave. Siguió con la bici de Ion Izagirre. 

A 20 de meta se acabaron los mensajes de tranquilidad.Los jueces decidieron marcar los tiempos a 3 de meta, un alivio para los hombres de la general para no meterse en la peligrosa vorágine de los esprinters. 

Quien dijo tranquilidad?. Nada más pasar por el punto de dejar el escenario para los velocistas se produjo la enésima montonera. Marc Soler por los suelos, Pinot abatido, Rafa Valls tocado.

Apareció Bennett con un ataque lejano, arrancó Pedersen con el arcoiris de campeón mundial, pero Kristoff se coló por la derecha, por sorpresa, y con una autoridad aplastante encargo el primer maillot amarillo. Justo premio para el noruego, de 33 años, campeón de Europa y subcampeón del mundo en 2017, y de la Milan San Remo en 2014. Los viejos esprinters nunca mueren.

La segunda etapa, 186 kilómetros con Niza como punto de salida y meta de nuevo.

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