La Federació Catalana de Tennis salva su 'match ball' con la venta de Cornellà

Los dos millones que ingresará por el complejo sacarán del preconcurso de acreedores al organismo, que meses atrás cerró la Delegació de Tarragona. El Grupo Up del extenista Tomás Carbonell ha adquirido los terrenos, de 9.000 metros cuadrados

01 febrero 2019 19:46 | Actualizado a 01 febrero 2019 21:44
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La Federació Catalana de Tennis y su presidente, Jordi Tamayo, respiran bastante más tranquilos. La delicada situación financiera por la que atravesaba el organismo, que llegó a presentar un preconcurso de acreedores hace unos meses, va a mejorar ostensiblemente después de confirmarse, este viernes, la venta por dos millones de euros de los terrenos que poseía en el Centre Internacional de Tennis de Cornellà. 

El Grupo Up, del que forma parte el extenista Tomás Carbonell, ha sido finalmente quien ha adquirido los 9.000 metros del complejo propiedad de la Federació Catalana. La operación se ha cerrado tras meses de negociaciones y especulaciones en cuanto al comprador y el precio. 

La Federació seguirá utilizando el resto de las instalaciones de Cornellà, de titularidad pública (el complejo tiene en total 40.000 metros cuadrados), merced al convenio que tiene firmado con el Ayuntamiento de Cornellà.

El presidente de la Federació Catalana, Jordi Tamayo, explicó ayer que de los siete inversores que se habían interesado por los terrenos -la mayoría exigiendo también la venta de los 31.000 metros de titularidad pública- la mejor opción era la empresa de Carbonell, que ya gestiona instalaciones de deportes de raqueta en Argentona, Cabrils y Badalona. «Al final nos hemos decantado por el inversor local. Gente de tenis que entendía la idiosincrasia de Cornellà y la situación de la Federació», apuntó el presidente.

«Después de la venta de Cornellà, nos queda una deuda de 1,9 millones de euros con los bancos y de otros 600.000 euros con los proveedores. Pero hemos presentado un plan de viabilidad y confiamos en que, en siete u ocho años, esté completamente liquidada», añadió Tamayo. El dirigente asegura que cuando accedió al cargo, hace dos años y medio, la deuda de la Federació era de seis millones. «No podíamos pagar ni el IVA, ni el agua, ni la luz».

Según este plan económico, la Federació pasa de perder 400.000 euros al año a tener esta cantidad como superávit anual y tener un plantilla de 110 trabajadores, con un masa salarial de 1,8 millones, a una de 25 trabajadores, con una masa salarial de 700.000 euros.

Esta reducción de la plantilla ha venido dada por algunos despidos y por la subrogación de los empleados de Cornellà por parte de Up y de algunos de los del Centro Municipal de Tenis Vall d’Hebron, donde el FCT tiene sus oficinas, por parte de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC).

Recientemente la Federació Catalana cerró la Delegació que tenía en Tarragona y despidió al empleado que la gestionaba. Queda por ver ahora si se reabrirá. Antes, el 18 de agosto, había dimitido el Delegat Territorial, Lluis Yebra, y su equipo directivo, por discrepancias con la política de Jordi Tamayo.

Comentarios
Multimedia Diari