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La Pobla de Albert Company volvió a disfrutar del fútbol tras más de cinco meses sin hacerlo tras diputar el primer partido de la pretemporada frente al filial del Espanyol. Un encuentro contra un equipo de superior categoría que se saldó con derrota (2-1), pero en el que los granas pudieron reencontrarse con el balompié y comenzar a pulir y exhibir facultades antes del inicio de la temporada oficial que será en octubre.
El filial grana no lo tuvo fácil, ya que estuvo con 10 durante gran parte del encuentro por una expulsión directa de Víctor Bastardo. Fue una roja que trajo cola, ya que la Pobla protestó fuertemente por lo que consideraba que era un excesivo castigo por parte del colegiado, López Giménez.
Con uno menos, el encuentro entró en un contexto totalmente distinto. La Pobla se enfrentaba en inferioridad númerica a un filial talentoso y de superior nivel como el Espanyol B, pero lo cierto es que los chichos de Company plantaron cara en todo momento.
Sin embargo, dos minutos fatídicos provocaron que el ensayo se pusiera imposible para los poblenses. Los pericos aprovecharon un error de la Pobla para conseguir el primer gol. Padilla, generoso en el esfuerzo, cedió para que Roger Martínez avanzara a los suyos en el marcador. Un minuto después, Baquero superó a Dani Parra.
La Pobla cortó la sangría durante el resto del encuentro e incluso recortó distancias. Karim L'Koucha anotó un gol de penalti en el 56' que metió a los granas en el partido. Sin embargo, el marcador no se alteraría y la Pobla puso fin al primer test de pretemporada con una derrota en la que se dejaron buenas sensaciones.
