La Unió Esportiva Valls y la recompensa a la fe

Bajo la inmediatez en la que navega el fútbol, donde cinco derrotas seguidas pueden borrar tus gestas de los pasados años, uno se podría imaginar que la UE Valls debía cambiar de entrenador cuanto antes. Sin victorias en los primeros siete partidos, la situación no era nada fácil, pero la confianza de los jugadors en Joan Pallarès sigue intacta.

En ocasiones, puedes confiar en una idea a ciegas, con todas las consecuencias que pueda conllevar. Sin embargo, conviene recibir alguna prueba factual de que, efectivamente, lo que haces tiene un fin, una materialización. Algo parecido le ha ocurrido a la Unió Esportiva Valls en este inicio de temporada en la Tercera División. Los de Joan Pallarès se han mantenido hasta el momento fieles a su idea, confiando en que lo que les llevó a conseguir dos ascensos consecutivos les llevara a mantenerse en la categoría. Por fin, poco a poco, los resultados salen a la luz, y la UE Valls ya ha sumado su primera victoria tras siete partidos sin conseguirlo, y acumula dos encuentros sin perder.

Tocaron fondo pasada la primera media hora del derbi tarraconense en el Municipal de la Pobla. Dos fallos dejaron a la UE Valls tocada, ante una Pobla crecida que quería más. En ese momento, no obstante, fue cuando el equipo de Joan Pallarès creyó más en sí mismo, en su razón de ser, y mantuvo su esencia. De hecho, tras el partido, el técnico vallense reconoció que había comentado a sus jugadores en el descanso que «había sido la mejor primera parte de la temporada». En un Municipal pobletense libre de griterío de las aficiones y en el que la comunicación verbal y no verbal de los 22 hombres en el tapete era tan apreciable, la UE Valls no dejó de creer. Ni los 11 jugadores que estaban cayendo por 2-0, ni el banquillo, ni incluso las bajas que no dejaron de alentar a sus compañeros desde la grada. Sabían que merecían más y encontraron el premio antes del descanso, con el 2-1. Después, dos penaltis sonreían al Valls, que se ponía por delante a falta de 40 minutos. El partido ya no se escaparía, e incluso llegaría el 2-4 vallense.

Avisó Pallarès sobre que «no podemos vivir de la victoria en el derbi», y el no había mejor manera que corrobararlo el fin de semana pasado. Visitó el Vilar el colista, la Montañesa. Lo buscaron de todas las formas, pero los del Alt Camp tuvieron que conformarse con el empate. Merecieron el triunfo, y Pallarès afirmó que «hemos sido superiores y el punto sabe a poco». La derrota en la última jornada de la primera vuelta, el pasado fin de semana, en el campo del Manresa (3-0), fue un golpe ante sde Navidad, pero lo más importante, es que «el equipo sigue creciendo y cada vez competimos mejor», afirma convencido Pallarès, que necesitará una gran segunda vuelta. La UE Valls cree y lo quiere demostrar.