La Volta tumba al campeón del Tour

Chris Froome sucumbe en la segunda etapa por carreteras tarraconenses y Alejandro Valverde finaliza segundo en la llegada a Reus, por primera vez desde 1963, para sentenciar la 97ª edición de la Volta a Catalunya

19 mayo 2017 15:53 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:19
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La Volta en su versión más tarraconense desmontó a Chris Froome. El tricampeón del Tour claudicó en su primer examen de la temporada sobre asfalto europeo. Y lo hizo en la 97ª edición de una Volta que ha protagonizado sus momentos más épicos en la demarcación. Primero, con el descubrimiento de Marc Soler el viernes en la ascensión a Lo Port de Tortosa. Segundo, con la pájara de Froome antes de otear siquiera los puertos duros en la jornada de este sábado.

Pero si por algo han destacado estas dos etapas, sin duda ha sido por la confirmación de Alejandro Valverde. Al murciano le privaron del maillot de líder en la crono del segundo día y camino de la Molina se desquitó con el triunfo de etapa. Tras un desgaste herculiano de su gregario Soler en las subidas de hasta el 20% de Lo Port ebrense, se lanzó hacia la victoria ante un Froome que empezó a mostrar sus flaquezas.

Las suyas y las de todo su equipo, el Sky. Si en anteriores ocasiones, la escuadra yanki había destacado por el funcionamiento militar de sus pupilos, en esta prueba catalana ha hecho aguas. El ejemplo se vivió con el abandono de uno sus hombres más firmes como Mikel Landa. La constatación, los 26 minutos de retraso de Froome en la llegada.

En cambio, el Movistar volvió a hacer gala de la importancia del trabajo en equipo. Los chicos de Jose Luis Arrieta repitieron la gesta que les permitió tumbar al invencible Froome en la Vuelta en favor de Nairo Quintana del año pasado. En esta ocasión el beneficiado ha sido un Alejandro Valverde que tras el segundo puesto de este sábado allana el camino hacia su segunda Volta –la primera la ganó en 2009–.

El murciano está en un brillante momento de forma tras la victoria también en la Vuelta a Andalucía con un segundo de ventaja sobre Contador. El madrileño ha sido el otro gatillazo en esta Volta. Se echa en falta en él esa chispa que le permitía romper los pelotones y todos los pronósticos cuando el ciclismo se asemejaba a una calculadora. Cada vez le queda menos tiempo para hallar su puesta a punto de cara a las grandes citas.

Reus se puso guapa para recibir a la Volta 54 años después de su última final de etapa. Si en 1963 Valentín Uriona fue el primero en pasar bajo el arco de meta, este sábado el sudafricano Daryl Impey le tomó el relevó, seguido de Valverde. En los instantes previos a la llegada de los ciclistas, una batucada animaba a los curiosos y aficionados que se habían acercado a la Avinguda de Salou. La organización repartía gorras rojas para dar color a la sprint final. Una pantalla gigante permitía seguir el ascenso al Alt de la Mussara con la nieve robando protagonismo a los ciclistas. Todo estaba listo para la fiesta de la Volta.

Valverde fue el invitado de lujo, acompañado de su familia en el podio. Desde más abajo se lo miraba Contador. Froome ni siquiera había llegado aún. Vivió una auténtica odisea por las carreteras tarraconenses.

Quien sabe si le hubiera ido mejor a pata como el año pasado en el Mont Ventoux. En cualquier caso, quedó rubricado que la Volta es una de las pruebas importantes del calendario. Capaz de ratificar las sensaciones de primeras espadas como Valverde. O tumbar, como a Froome, a campeones del Tour.

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