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En una rapidísima –46 km/h de media–, accidentada –golpes como el sufrido por Eduardo Sepúlveda, sin consecuencias, o el decisivo para Jesús Ezquerra (BBH), abandono cuando era líder– y vibrante última jornada, la 44ª Vuelta a Aragón cayó del lado de Movistar Team en la figura de Edu Prades, luchador junto a sus cinco compañeros en los tres días de una prueba que no se decidió hasta el último sprint especial de los 127 km entre Huesca y Zaragoza.
El ebrense, respaldado a la perfección por sus cinco compañeros en una etapa donde los abanicos fueron claves para su desarrollo, se lanzó a por los tres segundos de bonificación en el último intermedio de Villanueva de Gállego, a 16 km. del final, para romper el empate que –una vez retirado el líder por el fuerte golpe sufrido a 50 km de meta– persistía entre Prades y Shalunov (GAZ).
La llegada al sprint frente a la Torre del Agua de la capital aragonesa quedaba en poder de los sprinters –triunfo para Pelucchi (ANS)– y la 6ª plaza en meta de Edu servía para sellar el 11º triunfo del Movistar Team masculino en 2019. Un éxito hecho posible por el empeño y entrega de unos fenomenales Marc Soler (8º en su regreso), Sepúlveda (15º), Valls y los locales Arcas y Castrillo, vitales una vez más en su tierra.
El tarraconense declaró después de ganar que «ha sido una carrera con muchos nervios, en la que todos queríamos ir siempre adelante. Hemos aprovechado el viento para hacer más dura la entrada al sprint especial; en realidad lo hemos enfocado con la misma fuerza que si hubiese sido el de meta, porque sabíamos que se podía decidir allí la general». Además, se acordó de su compañero Ezquerra, que sufrió un accidente durante la carrera: «Lo primero de todo: quiero decir que ha sido una lástima la caída de Ezquerra. Me habría gustado batirme en duelo ‘de tú a tú’ con él, en igualdad de condiciones. Siento mucho que se haya caído».
