«La compra del Tennis Park es un reto en el que creemos para crecer»

El presidente del CT Tarragona, Pere Ll. Bergadà, habla en esta entrevista de la operación y de cómo se gestionarán a partir de ahora las instalaciones del nuevo club que surge en Cala Romana

19 agosto 2018 21:26 | Actualizado a 21 agosto 2018 08:58
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El Club Tennis Tarragona ha hecho efectiva la compra del Tennis Park después de años intentándolo. ¿Por qué ahora?
Era la cuarta vez que las directivas de ambos clubs trataban de acercar posturas. Ahora han coincidido varias circunstancias y podríamos decir que se han alineado los astros: llamamos a la puerta en un buen momento; las condiciones de venta eran ahora más adecuadas que años atrás; una gran mayoría de nuestros socios estaban de acuerdo y supimos encarrilar y cerrar la operación. 

Las actuales instalaciones del Tennis Tarragona se les habían quedado pequeñas...
Estábamos muy limitados. Llevábamos ya varios años externalizando servicios en el camping las Palmeres y en el centro deportivo de Tamarit, y antes también en la Ciutat Residencial. La compra del Tennis Park nos viene como anillo al dedo para evitar desplazamientos, porque los monitores estaban asumiendo la responsabilidad de acompañar a los alumnos fuera de nuestras instalaciones.

¿Cómo rentabilizarán la operación de compra del Tennis Park?
Hemos tenido que pedir un crédito, que no es lo frecuente hoy en día, y asumir el personal del Park, que era uno de los compromisos para la compraventa. Pero los números nos dicen que no habrá problema si somos capaces de mantener el volumen actual de socios (ahora mismo 1.600 en el Tennis Tarragona y 500 en el Tennis Park).

«No habrá problema para rentabilizar la operación si somos capaces de mantener el volumen actual de socios»

Existen también riesgos..
Sí, pero la compra representa sobre todo un reto en el que creemos para crecer, ofreciendo un buen servicio. La nuestra es una firme apuesta por el deporte y por nuestra gente. 

¿Qué posibilidades ofrecerá a partir de ahora el nuevo club?
Muchísimas. De entrada los socios dispondrán de más pistas (15 de tenis –se ganan cuatro- y 14 de pádel –siete más-) e instalaciones con esos 8.000 metros cuadrados que suponen la adquisición del Tennis Park. Y luego, en cuanto a competiciones la Federació Catalana de Pàdel ya nos ha ofrecido el Campionat de Catalunya absolut, al que no teníamos acceso hasta ahora porque se necesitan al menos diez pistas. Tenemos muchas opciones de organizarlo el próximo año, y también torneos potentes de menores. Estas competiciones mueven a muchísima gente. La ciudad también se beneficiará.

¿Por dónde van a empezar?
Por  las escuelas de tenis y pádel, que empezarán ya fusionadas en septiembre. Luego lo más cómodo sería unificar instalaciones, socios y cuotas, aunque eso ya será en enero. La gente debe animarse a probar las dos instalaciones.

«Las escuelas de tenis y pádel ya funcionarán fusionadas en septiembre. En enero lo harán las instalaciones y los socios»

Siempre hay personas reacias.                                                                                                                                                                                            Facilitaremos que si hay gente que quiere quedarse en el Park, puedan hacerlo como abonado. No queremos precipitarnos en ese sentido, porque lo que pretendemos es conservar los actuales socios y crecer. La ubicación al lado del mar es uno de los factores que nos diferencian. De momento la operación ha tenido muy buena acogida, hasta el punto que hemos formalizado 30 nuevas altas sin hacer ninguna campaña de captación, y eso nunca había sucedido en pleno verano. 

¿Qué nombre tendrá el club?
Será una de las primeras cosas que decidiremos. A finales de agosto debemos tenerlo claro porque habrá que registrarlo. Prevalecerá el nombre del comprador. Lo más lógico, y ésta es una opinión personal, sería bautizarlo como Tenis Tarragona Park. Todo va vinculado a un tema de marca y logo. Pero lo decidirá la junta a la que incorporaremos además a Javier Artal (hijo). 

¿Cómo quedarán conectadas las instalaciones?
Hemos previsto una zona de tornos por la calle del Sol. Pero existe la posibilidad de unirlas a través de un paso privado interior de 20 metros. 

«Facilitaremos que si hay gente que quiere quedarse en el Tennis Park, puedan seguir haciéndolo como abonados»

¿La compra aparca otros proyectos a corto plazo?
No olvidamos otros aspectos que manejábamos en nuestro plan estratégico. Cubrir la piscina, por ejemplo, sigue ahí. Nos ofrecería más posibilidades aún, como nadar en invierno y realizar clases de aquagym. En un futuro también nos gustaría gestionar el área de restauración del chiringuito de la Platja Llarga y establecer allí una zona de deporte de playa, a modo de beach club.

En El Catllar ha surgido otro nuevo club con potencial. ¿Les preocupa la competencia?
Cuando nos decidimos por la compra teníamos claro que de lo contrario la competencia lo tendría más fácil. Nos ayuda a no bajar la guardia. Creemos que seguiremos siendo el referente deportivo y social de la zona. 

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