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Uno de los asuntos que más controversia levantó en el encuentro entre el Nàstic y el Tenerife en el Nou Estadi fue la expulsión de Manu Barreiro. El delantero, que debutaba con el conjunto grana, vio la segunda amarilla al inicio de la segunda parte por jugar sin espinilleras.
Por lo visto, Barreiro salió al campo tras la media parte sin espinilleras. Cuando se dio cuenta de ello, Muñiz se las cedió en banda, mientras Reina intentaba captar la atención del cuerpo arbitral y se deja caer alegando algún dolor. Su triquiñuela no tuvo éxito ya que el asistente se dio cuenta de la infracción de Barreiro y avisó al árbitro principal.
El colegiado Figueroa Vazquez sancionó al ariete, según indicó en el acta: “Por quitarse las espinilleras y continuar jugando el partido haciendo caso omiso a la obligatoriedad del uso de las mismas, habiendo sido advertido previamente”. Así, con esta amarilla y la que vio en el primer tiempo por “Discutir con un contrario sin llegar a insultos ni a la amenaza”, fue expulsado.
De esta manera, Barreiro vivió un debut amargo en que mostró buenas maneras en el área e incluso estuvo cerca de marcar un gol que salvó milagrosamente Dani Hernández.
El nuevo técnico grana, Juan Merino, dio un tirón de orejas a su jugador en la rueda de prensa y explicó tras el partido que "no se pueden cometer estos errores".
