La derrota llegó en Elche

El Nàstic encajó su primer partido perdido en el Martínez Valero, un estadio que se le mantiene inexpugnable. Sergio León anotó el tanto de la victoria para el conjunto ilicitano

19 mayo 2017 21:50 | Actualizado a 22 mayo 2017 13:00
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La primera derrota del Nàstic de la temporada llegó en Elche. En un Martínez Valero que sigue inexpugnable para el conjunto tarraconense. Allí se puso punto y final a la imbatibilidad grana de esta temporada. A la cuarta jornada. No está nada mal para un ‘novato’ de la categoría.

El conjunto de Vicente Moreno encajó su primera derrota en un encuentro en el que su rival siempre fue mejor. El Elche llevó la voz cantante en la mayor parte del duelo y generó más peligro con la posesión. Los tarraconenses pusieron peligro en acciones aisladas y en aventuras en solitario. El contragolpe no existió, prácticamente, por la buena disposición del equipo ilicitano, siempre atento a las salidas rápidas visitantes. Casi esperándolas desde el primer minuto.

Ni Giner ni Jean Luc pudieron protagonizar sus habituales galopadas. Tuvieron que estar más centrados en ayudar a los laterales que en buscar posiciones adelantadas. Cuando los extremos de ambas bandas están en su campo mucho más que el ajeno es señal de que la productividad ofensiva es baja.

Tampoco estuvo fino Emaná. Acostumbrados a sus destellos, se hace raro ver al africano perdiendo muchos balones en zonas peligrosas, de construcción, y obligando a sus compañeros a un trabajo extra en las coberturas.

Los mejores detalles del conjunto grana se vieron en la zaga. Aún expuestos a un continuo sufrimiento Pablo Marí y, especialmente, Molina, estuvieron aplicados. Despejando centros. Ya fueran por arriba o por el piso. Solo tuvieron un único error. Una indecisión que aprovechó Sergio León para colarse entre medio de ambos y marcar el único tanto del partido.

El delantero de Palma del Río sigue con su excelente progresión. La que se vislumbraba cuando vestía la zamarra rojinegra del Reus. Se lo llevó el Elche con visión de futuro. Tras dos cesiones –Murcia y Llagostera–, su mañana ya ha llegado.

Vicente Moreno dejó las sorpresas para otra ocasión. Los únicos cambios respecto al once que presentó en la última jornada liguera ante el Girona fueron los obligados por las lesiones de Gerard Valentín y Álex López, a los que sustituyeron Xisco Campos y Marcos De la Espada, respectivamente.

Sergio León estaba con hambre. El Nàstic siempre le motiva especialmente. Ya sea por su pasado rojinegro (Reus) o azulgrana (Llagostera). Tuvo la primera con un disparo que se le fue demasiado desviado.

Empezó mandando el Elche, más necesitado de puntos que el Nàstic. No podían permitirse dejar escapar la victoria otra vez de su estadio. A los granas les tocó cerrar filas desde el inicio. Ajustar líneas para evitar que los locales hicieran el campo más grande de lo que ya es. Dos acciones aisladas de Jean Luc y Marcos De la Espada metieron algo de miedo en las filas locales, que redujeron un punto de atrevimiento. El duelo se equilibró hasta el punto de volverse tedioso y previsible por ambos lados.

El Nàstic buscando un Emaná que desperdiciaba cada balón que le llegaba a sus pies. Los alicantinos tratando de hacer daño con centros al áera, rechazados una y otra vez por un impecable Xavi Molina. El futbolista de La Canonja se impuso en todos los balones por alto. A ras de suelo era Pablo Marí quien obstaculizaba los remates de los delanteros ilicitanos.

En el intercambio de dominios, fue el Elche quien apretó en los últimos minutos del primer tiempo. Encontró el hueco por el centro del ataque, por donde pudieron perfilar el disparo Álex Moreno, primero y Sergio León, después, sin fortuna para ninguno de ellos.

Entre tanto dominio local, aún pudo sorprender el cuadro tarraconense. Molina no llegó por escasos centímetros a una falta colgada de forma sutil por Rocha al corazón del área.

 

Gol de Sergio León

En la única acción en la que ni Molina, ni Marí acertaron a despejar, apareció Sergio León, para meterse entre la indecisión de los dos centrales y cabecear al fondo de la red. Un remate certero. Buscando que el balón pasara pegado al poste, para incapacitar a Reina.

Aún tuvo tiempo el Elche de hacer el segundo. Reina impidió el fatal desenlace. Le ganó la partida a Álex Moreno en el mano a mano. El futbolista franjiverde tiró por abajo, esperando que el portero se lanzara hacia un lado, pero el malagueño aguantó. Le ganó la partida y rechazó el cuero.

El Elche siguió comandando el partido en la segunda mitad. Con el 1-0 se sintió más cómodo y transformó su dominio en una angustia continua para el Gimnàstic. La situación requería un cambio. Moreno hizo dos. Tejera para tratar de ganar posesión y Rayco, que cayó en banda derecha, para evitar que Cifu siguiera incorporándose con facilidad.

El movimiento tuvo un éxito fugaz. Rebajó la posesión absoluta del Elche y ofreció algo más de peligro al Nàstic, que pudo igualar la contienda con un tiro de Marcos De la Espada desde el vértice del área pequeña local que tapó Javi Jiménez. Los locales poco a poco volvieron a hacer circular el esférico, con los jugadores granas detrás. Cifuentes, de nuevo apareciendo por segunda línea, cazó un balón muerto en el segundo palo y lo rompió para estrellarlo en el travesaño.

El Nàstic iba apareciendo a ráfagas. Jugadas aisladas que servían para, al menos, enseñar los dientes. Palanca, que había salido ovacionado por el que fue su público –estuvo tres temporadas en el conjunto franjiverde– pudo seguir con su racha goleadora si no fuera por el acierto de Javi Jiménez. El meta local rechazó de puños el tiro del tarraconense. Esta vez no hubo remontada y el equipo acabó perdiendo.

La derrota tenía que llegar, tarde o temprano. Como diría Moreno no se iba a estar 42 partidos sin perder. Históricamente Elche es complicado. Solo queda seguir remando como hasta ahora.

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