La encrucijada del CBT

El anuncio de un positivo por coronavirus en la plantilla del Ibersol CBT hace tres semanas ha maniatado el ritmo competitivo del plantel, que ahora mismo se ve en una encrucijada, con hasta cinco partidos aplazados, después de que ayer, la Federación Española suspendiera el compromiso previsto para esta noche ante el Barça B. El CBT no salta a un parqué desde el 16 de enero, cuando perdió en El Serrallo ante el Villarrobledo. Desde entonces, el equipo de Berni ha visto como el campeonato de la LEB Plata seguía su curso, pero sin la presencia azulada.

Cinco envites resultan un lastre importante, primero porque el regreso del CBT va a presentar muchas incógnitas después de tanta inactividad y después porque ahora mismo la plantilla se ha quedado en la última posición de la clasificación y eso implica un índice superior de presión para resolver con éxito todos los partidos. Benicarló, Prat, Navarra, Menorca y Barça son los cinco rivales que quedan a expensas de una fecha para recuperar el terreno perdido.

Hasta ahora, Berni Álvarez solamente ha podido realizar sesiones de entrenamiento individuales para mantener la rutina de trabajo con sus jugadores. De hecho, el equipo se reunió por primera vez como grupo ayer, una circunstancia que muestra claramente las dificultades con las que se ha encontrado el técnico para llevar a cabo su labor durante las últimas semanas. Una situación que hace difícil que la escuadra pueda competir al cien por cien de sus facultades cuando regrese a la liga.

Entre protocolos sanitarios y realidad deportiva, el club tarraconense se ha incrustado en un presente complejo, aunque el CBT ya ha demostrado esta temporada que suele crecerse ante las adversidades. Existe un hecho que todavía impulsa sus intereses; depende de sí mismo para alcanzar el propósito de la permanencia. Y a ello se aferran con fuerza Berni y sus chicos.

Encajar la nueva pieza
Berni Álvarez vive un curso totalmente atípico debido a los constantes problemas físicos que han sufrido sus jugadores. La lesión de larga duración de un actor exterior como Víctor Vinós provocó que el club acudiera al mercado para reforzar un registro del juego en el que se había quedado cojo.

Berni ha elegido a Manu Vázquez, cortado por el Ourense de la LEB Oro, aunque con juventud y talento para el progreso. El alero de 22 años llega a Tarragona con la intención de reivindicar su baloncesto y durante estos días ya ha mantenido el primer contacto con su nuevo club. 

El CBT va a precisar de una rápida adaptación de su nuevo fichaje para dar el salto de calidad que necesita en los próximos partidos. Veremos si el protocolo federativo ya considera apto al equipo para competir este próximo fin de semana. El campeonato espera la mejor versión tarraconense.