La familia Serrano, jugadoras en el Olímpic Móra d'Ebre

Imma Serrano y sus hijas Rosa e Imma han coincidido esta temporada en el Olímpic Móra d’Ebre femenino y describen como una sensación única el hecho de poder entrenar y jugar juntas

07 julio 2017 08:49 | Actualizado a 07 julio 2017 08:57
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La temporada 2016-2017 que terminó hace algunas semanas permitió ver una estampa única en el mundo del fútbol. Imma Serrano i Jornet (53 años), jugando junto a sus hijas Rosa Gónzález i Serrano (25 años) e Imma González i Serrano (16 años) en el Olímpic Móra d’Ebre.

Imma explica que «yo soy nacida en Barcelona ciudad, en una clínica situada delante del campo del Espanyol. Parte de mi familia proviene de la Torre de l’Espanyol (Ribera d’Ebre). Mis hijas nacieron en Rasquera, donde vivimos». 

Ella misma sigue explicando que «personalmente jugué en el equipo de la escuela y más tarde en el de la universidad. Después hice unas pruebas para entrar en el filial femenino del Espanyol. Jugaban en Can Caralleu, en Sarrià, pero como la familia se marchaba fuera los fines de semana, no me hice la ficha y sólo iba a entrenar». Más tarde, Imma tuvo un niño y dos niñas y, cuando el Benifallet formó equipo femenino, se apuntó a jugar con su hija mayor, ocupando la posición de portera». 

Por fin juntas
Imma y Rosa coincidieron cuando Imma hija todavía iba a la escuela y no jugaba con ellas. Coincidieron varias temporadas en el Benifallet y el Ginestar, antes de incorporarse a l’Olímpic Móra d’Ebre. Después, Rosa se marchó fuera a estudiar y dejaron de jugar juntas: «me quedé yo sola», explica Imma. Pero esta situación cambió cuando su hija pequeña cursaba tercero de ESO: «fue a entrenar con el Olímpic y la convencimos de que se uniera a nosotras. Hemos estado juntas tres temporadas».

Esta última campaña, Rosa volvió de Holanda y fichó de nuevo por el Olímpic: «hemos coincidido las tres pocos encuentros, porque me lesioné el fin de semana de Ramos en Vallderoures, donde me rompí el ligamento lateral izquierdo. Ahora estoy pendiente de operarme». Aunque no pudieron jugar juntas tanto como deseaban, Imma madre explica que «siempre había sido un deseo para nosotras, y hasta ahora sólo lo habíamos podido hacer en las Fiestas Mayores de Rasquera. Pensábamos que no lo conseguiríamos, pero finalmente fue posible y ha sido un sueño». 

Respecto a la próxima campaña, Imma madre, que fue galardonada con un premio especial  hace unos días en la ‘Nit dels Campions de les Terres de l’Ebre’, organizada por la Federació Catalana, apunta que «es seguro que mi hija Imma jugará con el Olímpic; yo dependo de la operación que me han dicho que será en octubre, y la decisión de Rosa dependerá del trabajo que hace en Londres. Si es posible volver a juntarnos, seguro que lo haremos, porque nos motiva mucho».

Sentimiento especial
Imma continúa explicando que «es diferente, te sientes acompañada en los entrenamientos, aunque allí cada jugadora es una más  del equipo y hace lo que el entrenador le pide. Durante los encuentros, intentas ayudar a la otra en todo lo que puedes y al resto también».

Imma ocupa actualmente la posición de defensa, aunque «alguna temporada he estado en la delantera. No obstante, la posición que he ocupado más temporadas es la de portera. Ahora también hacía de segunda guardameta». Por su parte, Rosa siempre ha jugado de medio, pero este año se ha situado en el extremo, e Imma es defensa.

Tanta es la compenetración entre ellas, que «nos damos consejos durante los encuentros y las sesiones de entrenamiento, y después de los partidos comentábamos la jugada con el resto de la familia. Mi marido y mi hijo Josep, que era portero del Arnes, nos daba consejos y había hecho las funciones de segundo entrenador en el Benifallet y el Olímpic. Desafortunadamente, Josep murió en un accidente de tráfico el 24 de abril y nos dejó un vacío muy grande en nuestros corazones».  

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