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La Pobla se ha sumergido en un contexto ganador tan firme que ya gana por inercia. Como si fuese fácil. Le da igual el rival, lo acaba tumbando. Es el villano de la película que mata sin esfuerzo. En el Municipal de la Pobla compareció un Hospitalet que acudió como segundo clasificado con un equipo repleto de talento y oficio, pero que terminó cayendo en una agonía en la que el filial grana volvió a dictar sentencia. Guillermo marcó el tanto de la victoria en el minuto 87 y Arnau Riera salvó el empate en la última jugada del partido.
Por cierto, no estuvo Sergio Montero, que debutó con el Nàstic esta temporada y refrendó el nivel de estos chicos.
David Comamala puso en el embrión a esta plantilla la temporada pasada. Tenía claro que el segundo año iba a ser el indicado para que este filial grana terminará explotando. Solo faltaba tiempo de cocción y retoques que iban llegar procedentes de un Juvenil A que venía al alza y de un mercado catalán que el director deportivo tiene más que engullido. Por si no bastaba con ello, Albert Company llegó al banquillo con una idea de juego predilecta para esta camada. La temporada pasada fue un curso sin pena ni gloria del filial grana. Hoy, 21 de octubre de 2019, este proyecto mira al cielo y ahora mismo no tiene techo.
El encuentro no resultó nada sencillo para la Pobla. No se esperaba de otra manera puesto que venía un segundo clasificado con una plantilla muy destacada y que hasta ahora también había transitado con firmeza en el grupo V de Tercera División.
Ocasiones para el Hospitalet
Los dos equipos se arroparon en las armas que les habían llevado a lo más alto de la tabla. La Pobla dominó con el cuero y el Hospitalet generó peligro sin demasiados alardes. Control contra mordiente. Los visitantes fueron los que tuvieron las ocasiones de peligro más claras. La más clara para el Hospi fue justo antes del descanso en una rápida transición que finalizó con un pase de la muerte que el delantero visitante no pudo rematar hacia portería.
En la segunda mitad, el Hospitalet volvió a gozar de varios acercamientos de peligro. En todos ellos se encontró con un descomunal Arnau Riera. Su nivel es serio. Lo saca todo. Probablemente la Pobla tendría algún que otro punto menos sin él bajo palos.
Cuando parecía que el reparto de puntos iba a ser el desenlace, apareció Karim L’Koucha para hilvanar una jugada que iba a finalizar con un cabezazo inapelable de Guillermo para adelantar al conjunto poblense en el 87’. Luego volvió a aparecer Riera para sellar la victoria y los 25 puntos de 27 cosechados hasta el momento. De absoluto manicomio.
