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Se ha establecido en el entorno del Nàstic la creencia de que si se hubiera comenzado la temporada con la actual plantilla no se habría llegado a la situación actual. Los más atrevidos se atreven a predecir, en base al fútbol ficción, que estaría incluso a media tabla. Una presunción infundada. De hecho, los números dicen todo lo contrario. Este equipo ha empeorado las cifras. Sea por la baja calidad de los componentes de la plantilla o la incapacidad del cuerpo técnico de sacarle rendimiento.
José Antonio Gordillo y su plantilla, esa que achacan en exclusiva al aún director deportivo del Nàstic y vilipendiado Arnal Llibert, sumó seis puntos en las primeras diez jornadas de liga. Obviamente esa puntuación le mandó al fondo de la tabla y se cobró la destitución del técnico de Morón de la Frontera (Sevilla). Con Enrique Martín esos mismos jugadores, con cambios en el tramo final de la primera vuelta, consiguieron sumar diez puntos más que no les impidió acabar el campeonato de invierno como colistas.
Once salidas y once llegadas en el mercado invernal lograron cambiar la cara a la plantilla. Era otro equipo nuevo. Otro grupo, con sus propias virtudes y defectos. La imagen que transmitió, y permanece aún en la memoria colectiva establecida como predeterminada, es la de un conjunto diferente con mejor aspecto. Y ciertamente, ha estado cerca de ganar más partidos que el grupo con el que el Gimnàstic abrió el curso. Pero a nivel de resultados, está a la misma altura o peor.
En estas diez jornadas de segunda vuelta se han sumado ocho puntos. Dos más que en las primeras diez fechas de liga, pero tres de ellos fueron regalados por la expulsión del CF Reus de la competición. Es decir, que han sumado cinco puntos. Uno menos, aunque con un partido menos.
Es verdad que el estreno del calendario asimétrico ha cambiado los rivales de una vuelta a otra. Pero el nivel es más o menos similar. Repiten siete equipos (Reus, Tenerife, Las Palmas, Rayo Majadahonda, Deportivo, Cádiz y Osasuna), mientras que Sporting, Lugo y Alcorcón fueron adversarios al inicio de la competición y Albacete, Málaga y Oviedo en este último tramo. La imagen será diferente pero la realidad del fútbol es la misma.
