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A Miguel Escalona no le quedó otra que recuperar su jornada a tiempo completo como profesor del ciclo formativo de grado superior de Actividad Física, en el instituto Cal·lípolis de Tarragona, cuando los recortes presupuestarios de la Real Federación Española de Atletismo le dejaron en 2012 en la estacada tras los Juegos Olímpicos de Londres. Motivos estrictamente económicos apartaron al entrenador que había encumbrado hasta la élite mundial a la mediofondista tarraconense Natalia Rodríguez.
Ni los destacados resultados y éxitos obtenidos con la plusmarquista española de los 1.500 metros, ni la circunstancia de haber sido designado mejor técnico español de 2009 sirvieron a Miguel para seguir vinculado. Como inexplicablemente tampoco en la Federación tuvieron en cuenta que Escalona hubiera tejido un exitoso grupo del que surgieron atletas de la talla de Juan José Gómez Titos, Lluís Mezquida, Dori Garcia, Jaume Jové o Raquel Pérez. Aquel núcleo de tecnificación de Tarragona que comandaba fue el que mejores resultados obtuvo en toda España con un solo técnico, y durante mucho tiempo.
«Después de mi desvinculación de la Federación Española estuve un tiempo más con Natalia» -hasta que en verano de 2014 la mediofondista apostó por un cambio de aires en su preparación- «y con varios atletas más. Estaban Abdessamad Oukhelfen y su hermano Abdennasser, y un amigo de ambos, Younes El Hannah. Pero el problema era que no podían pagar por los entrenamientos y se deshizo el grupo», recuerda Miguel.
A partir de los 400 metros
En aquella situación el laureado técnico se publicitó en sus cuentas personales de facebook y twitter para seguir entrenando a atletas en distancias a partir de los 400 metros. Estuvo llevando como entrenador personal a varios triatletas «que buscaban sobre todo una mejora en la técnica de carrera».
Entre ellos estaban Raul Delcitano y Aimar Assamà, al que ha seguido llevando. «Me fue bien entrenar a unos pocos deportistas porque durante muchísimos años estuve trabajando con grupos muy amplios y estaba agotado», recuerda Escalona.
El objetivo de Escalona «es poder formar un grupo de jóvenes deportistas y trabajar con ellos»Ese tiempo de mayor tranquilidad le ha servido, en ese aspecto, para recargar pilas y volver ahora con más fuerza que nunca. Miguel (57 años) está organizando un nuevo grupo de entrenamientos con jóvenes deportistas. «Todo surgió a raíz de la llamada de un exatleta mío, Blas Ortega (y ex técnico del primer equipo del SPiSP de voleibol). Me pedía asesoramiento para su hija, Nur, que quiere tocar el mediofondo compatibilizándolo con el triatlón, y al final decidimos que la entrenaría», explica Escalona. A Nur, de 14 años, le acompaña ahora en las sesiones Biel Colomina, de 15, procedente de la natación e hijo de otro exatleta de Miguel, José Luis.
El objetivo de Escalona «es poder formar un grupo de jóvenes deportistas y trabajar con ellos», como hizo en su día hizo con otros que acabaron convirtiéndose en varios de los mejores atletas del mediofondo catalán y español.
La mejor de sus pupilas y la más conocida fue la ya retirada Natalia Rodríguez: cuatro veces olímpica, campeona de Europa indoor, medallista en Mundiales y Europeos y campeona de España en 14 ocasiones. Son los mayores éxitos que sobresalen en su palmarés.
Otro de los atletas que pasaron por sus manos durante un par de años fue Abdessamad Oukhelfen. El talentoso atleta reusense de origen marroquí, de 21 años y a quien ahora entrena Maria Carbó en Vilafranca, ha sido ya campeón de España sub23 de los 5.000 metros, y bronce europeo en esa misma categoría en pista y cross. Abde es el futuro.
