La píldora de la felicidad del Nàstic

FÚTBOL El equipo tarraconense ganó en el Prat y sumó la segunda victoria consecutiva de la era de Toni Seligrat para alivio de
la plantilla, entorno y, sobre todo, directiva grana

03 diciembre 2019 13:40 | Actualizado a 06 diciembre 2019 16:22
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La felicidad en el fútbol está envasada en forma de píldoras. Una pastillas que se ‘ingieren’ con cada victoria. Seligrat ha encontrado la receta para que el Nàstic obtenga una dósis semanal. Hacía un año y medio que (desde la temporada 2017/18) que el conjunto grana no lograba encadenar dos triunfos consecutivos (Ejea y Prat). Entre tanto pesimismo cualquier brote verde sirve para echar las campanas al vuelo.

Error inicial

En el Prat, el Nàstic comenzó el partido con 1-0 en contra. Casi sin haber salido al campo. Una jugada con tanto desacierto como infortunio acabó con Bonilla mandando el balón al fondo de la red. La costumbre de conceder un gol fácil al adversario no se pierde ni con el cambio de entrenador.

Remontada

Un equipo animicamente afectado quedaría anulado tras volver a encajar un gol a las primeras de cambio. El Nàstic quedó noqueado. Si hubiera llegado el segundo del Prat tal vez hubiera sido definitivo, pero el equipo superó la fase de dominio para recomponerse desde uno de los aspectos que mejor domina, la pelota parada. Un falta y un penalti, igual que ante el Ejea, sirvieron para darle la vuelta al marcador.

Bonilla, MVP

Cuanto más importantes son las acciones de estrategia mayor valor adquieren los futbolistas especialistas en la materia. En Segunda B pocos son tan avezados en ese aspecto del juego como Javier Bonilla. El lateral soriano volvió a ser esencial en el triunfo del Nàstic. Primero colgando un golpe franco lateral que cabeceó Goldar y que Viti remachó a la red en el segundo palo. Bonilla también fue el responsable de ejecutar el penalti que supuso el 1-2 y sumar su tercer gol en el campeonato.

Expulsión de Pedro

Hay colegiados que les gusta asumir un protagonismo que no les pertoca, así como asistentes que se creen más papistas que el papa. El linier del Prat-Nàstic que corría frente al banquillo de los dos equipos, quiso entrar en un juego que no le toca ni de rebote e instó al colegiado, que llevaba la amarilla en la mano, a cambiar de color de tarjeta y expulsar con roja directa a Pedro por una acción que, como mucho, podría marcar falta. Ni siquiera el entrenador del Prat, Pedro Dólera, se lo creía. El club recurrirá a la tarjeta con imágenes evidentes de que entre el futbolista pratense y el grana no hay más que una disputa. La expulsión empañó el encuentro del delantero que sumó su quinta diana de la temporada, a dos del pichichi del grupo Forgas (Andorra).

Debut de Márquez

A parte de la victoria, la gran notícia del día fue la presencia de Javi Márquez sobre el terreno de juego. El capitán del equipo todavía no había podido jugar ni un minuto esta temporada por una lesión que se produjo a 48 horas de iniciar el campeonato. Más de dos meses de inactividad para un futbolista llamado a ser fundamental en el equipo por su experiencia y veteranía. Como explicó Seligrat en la previa del encuentro ante el Prat, el centrocampista de Badalona todavía no está bien. Necesita ponerse al ritmo de competición del resto de sus compañeros. Pero nada mejor que jugar minutos para conseguirlo cuanto antes.

A Pereira le faltó el gol

El delantero gallego se ha establecido en el once titular. Lo fue en los últimos partidos de Xavi Bartolo y lo ha sido en los dos encuentros con Seligrat en el banquillo. Su predisposición al trabajo y sacrificio en la presión defensiva son valores que el técnico valenciano exige a sus atacantes. Habituado a superficies naturales el vigués comienza a adaptarse al césped sintético y a entenderse con sus compañero de ataque, Pedro Martín. En el Prat completó un partido notable al que solo le faltó el gol. Lo tuvo, pero el arquero local lo impidió.

Suplentes

Pol Ballesteros volvió a salir en el segundo tiempo, con media hora de juego por delante, y otra vez hizo méritos para ganarse aún más minutos de juego. Provocó la segunda expulsión, de Putxi, y protagonizó una sensacional jugada personal por el costado izquierdo que acabó con el pase a Pedro y el gol del malagueño para poner el 1-3 definitivo.

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