La victoria como manifiesto

El Nàstic visita al Zaragoza en La Romareda (20.30 horas) con el objetivo de evidenciar la mejoría que ha sufrido el conjunto grana desde la llegada de Rodri al banquillo

23 septiembre 2017 16:30 | Actualizado a 24 septiembre 2017 18:24
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Rodri y el Nàstic tienen un objetivo común. Desean confirmar que su vínculo va para largo. Transformar el interino en definitivo. Para ello, los resultados serán los que marquen sentencia. Ahora toca visitar La Romareda  (20.30 horas) para enfrentarse a un conjunto también necesitado de victorias. 

La victoria ante el Albacete era necesaria. No fue un encuentro brillante de los granas, pero sí dieron síntomas de querer revertir la situación. Se apoyaron en la intensidad y en el vértigo en los metros finales. Una idea de fútbol que ya expresó firmemente en la Pobla. 

Para el duelo ante el Zaragoza, Rodri contará con más opciones en la retaguardia. La pasada jornada tan sólo tenía disponible a Carlos Blanco y Xavi Molina para el eje central de la zaga. Declinó experimentar en los puestos de centrales. Podía haber apostado por la figura de Gaztañaga, pero prefirió enviar al vasco a la medular.

La apuesta de Rodri por Xavi Molina y Blanco no salió mal. Cierto es que al joven central catalán se le vieron carencias en su juego propias de su inexperiencia en la categoría. Con el paso de los minutos añadirá contundencia y dureza en el cuerpeo. 

La zaga para Molina y Suzuki

Sin embargo, todo hace pensar que la pareja de centrales que actuará en La Romareda será la formada por Xavi Molina y Suzuki. Una zaga con la que el Nàstic soñó con el ascenso y con la que logró las tres victorias finales de la temporada pasada que le dieron la salvación. Forman un binomio sólido y fiable. 

El resto del once no presentará grandes novedades. Rodri tampoco variará el esquema. Apostará por el 4-4-2 tan simétrico que suele dibujar en sus equipos. En él, la figura de Barreiro alcanza una importancia vital. Se trata de un futbolista predilecto para el fútbol de vértigo que propone el técnico barcelonés. 

El segundo choque en el horizonte de Rodri no será sencillo. Plantilla y cuerpo técnico son conscientes de que se enfrentan a un equipo que ocupa un lugar en la tabla que no merece, al menos por fútbol. Los de Natxo González son un equipo en plena construcción. Han acusado la inmadurez de sus sistema. A pesar de ello, ha tenido fases brillantes de fútbol a lo largo de los choques. 

No obstante, este choque se les presenta con una mayor dosis de presión. Entienden que deben sumar la primera victoria de la temporada como local. La afición se agarra al buen fútbol que práctica el equipo maño, pero otro pinchazo haría subir la temperatura de la afición.

Sin duda, que el Zaragoza presenta a dos futbolistas que están a un nivel excelso en este comienzo de pretemporada. Han caído de pie en su llegada a La Romareda. Borja Iglesias y Alberto Benito están completando actuaciones muy convincentes por su parte.

El primero está justificando que fuese uno de los delanteros más codiciados en el mercado veraniego. 34 goles anotó la temporada pasada en el Celta B. Registros que le situaron como el máximo goleador de toda la Segunda División B. Una distinción que auguraba madera de gran futbolistas. El Celta lo ha cedido al conjunto maño sabiendo que su regreso a Galicia está prácticamente asegurado.

El segundo futbolista diferencial en el Zaragoza es Alberto Benito, excanterano de los granas. Su rendimiento en el Reus no pasó desapercibido y recaló en La Romareda para hacerse dueño del carril derecho. No precisó de un tiempo de adaptación. Desde el primer minuto se desbocó por el flanco derecha. Tal es su impacto en el juego ofensivo que el Zaragoza lo tiene como una de sus principales variantes. Es evidente que Nàstic y Zaragoza ansían la victoria. 

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