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Al equipo sénior masculino del Club Rugby Tarragona no le ha quedado otro remedio que empezar la pretemporada.... junto al cauce del río Francolí. Es el espacio alternativo que los Voltors van a utilizar, junto con la Platja de l'Arrabassada, como consecuencia del fiasco que ha supuesto para la entidad no poder trasladarse esta semana al nuevo campo del anillo mediterráneo, como estaba previsto. Incomprensiblemente el terreno de juego y su césped no fue proyectado para uso deportivo por los técnicos municipales y ya no será posible utilizarlo durante la presente temporada, a la espera de futuras soluciones.
Los Voltors anunciaron que van a seguir en el Complexe Educatiu (antigua Universitat Laboral), pero de momento tampoco pueden entrenar allí porque por motivos de mantenimiento sus campos no podrán ser utilizados hasta finales de septiembre. El fin de semana del 25/26 de ese mes el primer equipo del CR Tarragona iniciará la fase previa de la Lliga de Divisió d'Honor Catalana frente al CEU, en Barcelona.
Posiblemente por esas fechas los tarraconenses no hayan podido pisar el césped de un campo de rugby durante la pretemporada. Los primeros entrenamientos de los Voltors en el Francolí están dirigidos por Jason Randell, con el apoyo de Walter Mignacco y Eloi Boix.
En paralelo la concejalía de deportes del Ajuntament de Tarragona y el club buscan soluciones. La imposibilidad de trasladarse a Campclar y seguir en el Complex Educatiu provocará que el club tenga que aseguir abonando 1.000 euros mensuales en concepto de alquiler y gastos.
