Algunos de los árbitros internacionales que dirigen los combates de la lucha de los Juegos Mediterráneos de Tarragona se han plantado en la competición que se disputa en el pabellón de Vila-seca. El motivo del paro se debe a que no se les pagan las dietas acordadas antes de la competición por parte de los comités olímpicos nacionales a los que pertenecen, que deben asumir las tasas de arbitraje (60 euros al día).
Esos jueces ya expusieron el problema desde el primer día de competición (el domingo), pero habían decidido realizar su trabajo. Hoy sin embargo han decidido no arbitrar.
La lucha sigue adelante únicamente con los jueces que sí cobran esas tasas por parte de sus comités olímpicos así como otros contratados por la organización de Tarragona 2018, que además paga a todos el alojamiento y manutención.
Esta circunstancia provoca que sólo puedan disputarse combates en uno de los dos círculos de combates que hay en el pabellón. La huelga provocará un enorme retraso en la jornada de hoy, que inicialmente estaba programada hasta las 20.30 horas.