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«Tenemos que ser conscientes que hay muchos clubes que pueden desaparecer. La situación actual se puede mantener dos o tres meses. Si se alarga mucho más tendremos que cerrar. Necesitamos ayuda porque solos no podemos aguantar». Son las palabras de Pere Lluís Bergadà, presidente del Club Tennis Tarragona, que escenifican la dureza de los momentos que viven gran parte de los actores y el tejido deportivo de Catalunya. La pérdida de ingresos por la suspensión de las actividades deportivas y una caída de las cuotas de socio entorno al 10%-15% hace difícil poder mantener los gastos, aunque sean reducidos por los ERTE y el descenso del consumo.
A ello se suma la incertidumbre de cuándo podrán reiniciar las actividades y en qué términos. Fueron los primeros en cerrar sus puertas debido a la pandemia del Covid-19 y serán los últimos en abrir, según las opiniones de los expertos sanitarios.
Un futuro incierto que también preocupa a las administraciones públicas por el papel que tiene el deporte en la sociedad. En Catalunya el sector deportivo representa un 2,1% del PIB y genera una ocupación del 3,2%. Más de un millón de deportistas están federados o practican actividades deportivas a nivel escolar.
Para preservar el sector y su viabilidad la Secretaria General de l’Esport i de l’Activitat Física (SGEAF) ha puesto en marcha un Plan Nacional para la Reactivació de l’Esport i l’Activitat Física, que contará con una partida inicial de 61,5 millones de euros solo para 2020, y la puesta en marcha de una Mesa Sectorial que aglutinará los agentes que forman el tejido deportivo. «Tenemos que reivindicar la importancia que tiene el deporte en la sociedad y la que puede ejercer en el aspecto de la salud y de la economía del país cuando dejemos atrás la pandemia», explica el secretario general, Gerard Figueras.
El proyecto se presentó la semana pasada en una reunión telemática con varias federaciones, asociaciones, clubes y agentes deportivos. Entre los representantes del tejido tarraconense estuvieron el Club Gimnàstic, Reus Deportiu, Club Tennis Tarragona, Club Rem Tortosa y UA Montsià. Fueron testigos de la puesta en marcha de la iniciativa centrada en inyectar dinero a través de créditos y subvenciones. Por ejemplo, el Institut Català de Finances y el Consell Català de l’Esport ofrecerán operaciones de entre 20.000 y 300.000 euros a pagar en cinco años a partir de 2021. Además se ofrecerán como avaladores junto con Avalis del 80% de créditos solicitados a las entidades financieras, que asumirán el riesgo del 20% restante.
Para la presidenta del Reus Deportiu, Mónica Balsells, esas ayudas es pan para hoy y hambre para mañana: «Será añadir deuda a los clubes, porque por muy bajo que sea el interés, habrá que devolverlo». Para la dirigente reusense debería constar una partida destinada a ayudar a los clubes a fondo perdido y, sobre todo, agilizar las subvenciones que muchos todavían tienen pendientes de años anteriores. Un compromiso que la SGEAF asumió a cumplir este mismo mes de abril.
Esta semana debería comenzar en el Club Tennis Tarragona la RED CUP Torneig Internacional de Tennis Juvenil Ciutat de Tarragona. Una competición por la que reciben, como todos los torneos, una pequeña ayuda de la Generalitat. Bergadà pide que pese a que no se puedan disputar se mantengan esas partidas ya que son ingresos presupuestados.
La Mesa Sectorial pretende convertirse en un interlocutor que haga llegar las demandas de los agentes deportivos y federaciones a ámbitos superiores como el Consejo Superior de Deportes o el Comité Olímpico Español. Como tal, irá asumiendo esas propuestas comunes que lleguen. De momento, entre las que se trasladarán es la creación de un tipo de IVA deportivo del 10%. Como apuntó el dirigente de la Secretaria General de l’Esport, «es un plan vivo y abierto». Todos los clubes de Catalunya disponen de esta semana para rellenar un documento con sus observaciones y reclamaciones. La Mesa recopilará todas esas demandas y las pondrá en común en la reunión de finales de esta semana. «Es un plan entre todos y creo que es un acierto que pregunten nuestra opinión y no presenten sus ideas sin consultar», destaca Mónica Balsells.
Bergadà y Balsell advierten del peligro que supone el regreso tras el confinamiento. Los gastos volverán a ser los mismos que antes del estado de alarma, pero los ingresos tardarán todavía en regresar a los niveles previos. La reusense pide que la reanudación sea total. No entendería de ninguna manera que se reiniciaran las competiciones a puerta cerrada mientras el resto de servicios a los socios sigue cerrado. «No es una solución. Agravaría el problema», señala.
En la primera reunión telemática de la Mesa Sectorial también se propuso que fuera la Generalitat o algún organismo perteneciente a ella, la que decretara la normativa que deberían cumplir las instalaciones deportivas a la hora de volver a abrir sus puertas. «Establecer unas medidas concretas ayudaría a equiparar a todos los clubes y entidades y además ofrecería tranquilidad al socio en términos sanitarios», cuenta la presidenta del Reus Deportiu. Para muchos ciudadanos la normalidad es hacer sus ejercicios rutinarios o asistir al club donde además de la actividad deportiva tiene su espacio social y sus amistades. No se imaginan un regreso a sus vidas sin sus clubes.
